Los que, como Jefferson,  preferimos periódicos sin gobierno a gobierno sin periódicos celebramos como una victoria el nacimiento de una nueva cabecera periodística, sea impresa en sufrido y romántico  papel o visualizada a través de una fría pantalla hi-tech. Bien es verdad que pasada la euforia nos llega el recelo y torcemos el gesto poniéndonos, de inmediato, en guardia: estamos demasiado acostumbrados a comprobar cómo el noble arte de informar y crear opinión se convierte  tan a menudo en una trinchera  desde la que se defienden  intereses que poco tienen que ver  con la muestra de la verdad desnuda y sin artificios y con el criterio bien formado y fundamentado que ayuda a mejorar a las sociedades sirviéndole de referente. Pero no es menos cierto que en este mundo ni todos somos iguales de honestos ni todos los periódicos son igual de  deshonestos, al cabo, estos últimos serán lo que quieran sus gestores que sean, ni más más ni más menos. Y yo estoy plenamente convencido que Hoyaldía será un periódico honesto a carta cabal, plural e independiente, de los que ya no se estilan por parte ninguna, aire fresco en la contaminada atmósfera ideológica de los tiempos que nos ha tocado vivir,  pues honesta a carta cabal ha demostrado ser hasta ahora su directora,  Julia López, periodista de pura raza comprometida con los mejores valores del periodismo que tanto echamos de menos en la profesión. Sobra decir que le deseo el mayor de los éxitos y que nuestros ojos lo vean y  nuestra mente lo disfrute durante mucho tiempo.