El cine en Pozoblanco está garantizado, al menos, durante tres lustros más tras el visto nuevo dado por la Corporación del Ayuntamiento de la localidad para que arranque un nuevo proceso de adjudicación directa que tendrá esa duración, quince años. No es una cuestión baladí ya que el Cine Pósito se erige en la zona norte de la provincia como un auténtico superviviente y garantiza el acercamiento de la ciudadanía al séptimo arte. Al igual que cuando se hizo la primera adjudicación, en el año 1998, las premisas para la misma se seguirán basando en unas entradas a un coste más económico que el que puede tener en una sala comercial y se seguirá garantizado una programación basada en estrenos actuales. 

Así, tras agotar el tiempo de adjudicación y las prórrogas pertinentes, el Ayuntamiento aprobó en pleno el inicio y aprobación del pliego de cláusulas administrativas para la concesión administrativa de la gestión del Cine Pósito, que seguirá manteniendo a sus mismos responsables en cuanto a la gestión. El punto se aprobó con los votos a favor de PP, PSOE y Ciudadanos, mientras que IU se abstuvo al no introducirse en el pliego dos de las aportaciones realizadas al mismo. 

Esos dos puntos abordaban la cuestión de garantizar ciertas proyecciones de películas españolas, algo que no se introdujo porque, según las informaciones aportadas por el equipo de gobierno, es algo que viene fijado por el Ministerio de Cultura. Y, por otro lado, IU también solicitó que al tratarse de un edificio municipal el Ayuntamiento se pueda reservar ciertos días al año, sin que tenga que hacer uso de los mismos, para cualquier actividad que requiera esos medios técnicos. Una opción que también fue declinada por entenderse que hay otros espacios para desarrollar esas actividades. 

Más allá de cuestiones burocráticas, que el Cine Pósito siga en la vida de la ciudadanía pozoalbense y de la comarca de Los Pedroches es una buena noticia para la cultura y da continuidad al proyecto que vio la luz el 30 de enero de 1998 cuando abrió por primera vez con la proyección de Poder Absoluto de Clint Eastwood. Desde entonces y hasta ahora centenares de películas y miles de personas han pasado por unas instalaciones que en estos años también tendrán que ser adaptadas para la proyección en 3D.