La visita de la consejera de Salud, Marina Álvarez, el lunes pasado a Pozoblanco dejó tras de sí una oleada de reacciones pocas veces vista por estas tierras ante la llegada de un cargo público. No hubo día que algún sindicato no remitiera a los medios de comunicación una nota de prensa haciendo mención a diferentes situaciones que se viven en el Área Sanitaria Norte de Córdoba (ASNC) centrándose fundamentalmente en el estado en el que se encuentra el Centro de Salud de Villanueva de Córdoba y, sobre todo, en el déficit de personal agravado en estos meses de verano. Es cierto que la consejera reconoció algún problema, entre ellos, la falta de anestesistas en el Hospital de Pozoblanco que está provocando la demora en intervenciones quirúrgicas y el incremento en los tiempos de espera, pero la visión que ofreció la responsable de salud no dejó satisfechos a los responsables sindicales. Esta no es una situación nueva en el ASNC y los reproches cruzados son una constante que vienen a representar dos realidades a veces contradictorias. En medio de esas versiones aparecen otras, las de los propios profesionales y la de los usuarios.

En el número 2 de la revista Hoyaldía nos acercábamos a la situación de la sanidad en la comarca de Los Pedroches hablando con profesionales que no dudaban en afirmar que “¿Quieren cifras? Vamos a hablar de cifras. Desde hace años aquí no se sustituye, en Pozoblanco sistemáticamente se reparte y la traducción final es que si un médico tiene 1.500 pacientes a esos hay que incrementarles los que le corresponde de esa baja, a lo que hay que sumar los avisos domiciliarios o el hecho de que los pacientes se multipliquen en algunas épocas. El resultado no es otro que tenemos una atención masificada, estamos desbordados y jugándonosla porque se citan enfermos cada cinco minutos. No estamos contando ningún cuento, es perfectamente constatable”. Profesionales que se mantenían en el anonimato como hacen ahora para seguir describiendo una situación que consideran insostenible en muchos casos.

Centrándonos en la situación del Hospital Comarcal Valle de Los Pedroches la consejera y la propia gerencia vienen defendiendo que la plantilla está cubierta un 98 por ciento, una afirmación que es cierta pero que llega con «trampa». «Dicen que la plantilla está cubierta en ese porcentaje y es cierto porque las plazas tienen su titular, pero lo que no dicen es que cuando la persona que tiene esa plaza se pone de baja no se cubre, ahí está el problema», relatan profesionales médicos a este periódico. Los facultativos señalan, además, dos situaciones «alarmantes»: la falta de profesionales en Hematología y la falta de anestesistas. «Ahora mismo tan sólo hay una hematóloga porque otra está de baja y si ocurre un accidente un fin de semana la responsabilidad la asume el Hospital Reina Sofía, un centro que está 80 kilómetros», apuntan. La falta de anestesistas, un problema que atañe a más centros, no deja una situación más halagüeña porque «hay dos profesionales que hacen guardia un día sí y otro no, eso no hay cuerpo que lo aguante».

«Es cierto que dicen que están haciendo esfuerzos por contratar a anestesistas», aclaran pero inciden en que «es una situación que no es nueva, un problema que se le ha planteado a la dirección antes de que ocurriese pero aquí no se contrata». La situación del ASNC también hay que explicarla con la falta de atractivo de la zona para muchos profesionales y el «escaso» esfuerzo que se hace para ofrecer contratos que mitiguen esa cuestión. Y esta falta de anestesistas repercute directamente en los pacientes y no es complicado encontrar a quienes le retrasan sus intervenciones o directamente les indican que no serán llamados hasta que esa situación se corrija.

Las quejas de la falta de personal no son nuevas, aunque es cierto que las protestas se han venido focalizando en el área de enfermería. Unas protestas que parecen haber dado algunos frutos, aunque insuficientes, a tenor del testimonio que relatan algunos profesionales que señalan que «tratan de reforzar puntualmente en base a la ocupación, pero es insuficiente porque lo hacen en función del personal disponible y en muchos caso está dando cobertura a otros servicios». En la Unidad de Medicina Interna se denuncia, además que «aunque lo nieguen volverán a cerrar camas». Por otro lado, se habla no sólo de un problema de déficit de personal sino de «una mala organización interna».

Para cerrar la radiografía que retratan los profesionales hay que trasladarse hasta Atención Primaria donde no todas las bajas por vacaciones han sido cubiertas lo que implica directamente «una sobrecarga para los profesionales que se traduce una merma en la calidad asistencial ya que los médicos no reducen sus cupos, tienen el suyo y asumen el de los compañeros en vacaciones». Esa es la realidad plasmada por algunos profesionales que han contando su versión a Hoyaldia permitiendo añadir a las oficiales la de quienes viven el día a día de la salud en Los Pedroches.