El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este sábado que pedirá al Congreso la autorización para decretar una quinta prórroga del estado de alarma, en esta ocasión de un mes en vez de quince días como hasta ahora, con el objetivo de que se mantenga hasta el término de la desescalada y sea la última. En comparecencia desde la Moncloa, Sánchez ha confirmado un extremo que los grupos parlamentarios venían calibrando durante toda esta semana, ya que así lo ha sondeado el Gobierno y el grupo socialista en el Congreso.

La voluntad del Ejecutivo, dos meses después de que se decretara el estado de alarma y se limitaran el movimiento, la circulación o el derecho de reunión, es que sea la última, de ahí la petición para que abarque un mes y así coincida con el final de la desescalada.

El presidente ha incidido en la necesidad de alcanzar al respecto «un gran consenso» en el debate y la votación de la nueva prórroga que acogerá el Congreso el miércoles que viene, ya que, a su juicio, el estado de alarma ha funcionado y sigue siendo necesario.

Sánchez ha destacado los avances conseguidos durante el confinamiento y que, aunque son «insuficientes, son enormes» en relación al punto de partida ya que hace dos meses el virus se propagaba a un ritmo del 35 por ciento diario, lo que implica que cada persona contagiada transmitía la enfermedad a más de tres personas.

El jefe del Ejecutivo ha incidido en que la prudencia y la cautela es la única guía de actuación para vencer al virus y ha mostrado su satisfacción por no seguir lo que han hecho otros países en busca de la inmunidad de grupo o de rebaño. Por eso, ha considerado que hay que limitar la circulación durante un tiempo prudencial para evitar perjudicar a quienes están en mejores condiciones y limitar los contactos personales para frenar los contagios que aun «son muy elevados».

Sánchez ha defendido la imposición de la cuarentena para los que llegan a España desde otros países «por prudencia», porque el turismo necesita seguridad. «Si nos precipitamos podríamos poner en riesgo el crédito internacional que nos ha costado décadas conseguir», ha afirmado. Ha incidido además en que «no hay contradicción» entre las prioridades económicas y sanitarias, porque «el único camino para la reactivación económica es superar la pandemia».