Pocos pensarían que el Pozoblanco iba a vivir un cierre de temporada tan atractivo, en el Municipal y buscando una victoria que le otorgue la tan codiciada séptima plaza para disputar la Copa RFAF. No depende de sí mismo, un privilegio que tiene el Atlético Espeleño, pero el partido ante el Conil se presume como un cierre de temporada excelente por lo que el club viene haciendo durante toda la semana un llamamiento a la afición para arropar al equipo en la lucha por ese objetivo. 

Ese situación se traduce en el «buen ambiente» que envuelve al equipo y que destaca su entrenador, Antonio Jesús Cobos. «Tenemos buenas sensaciones, hay cosas bonitas por jugar porque acabar en la séptima plaza sería ponerle un bonito broche a la liga. Vamos a intentar acabar como se merece el equipo y con la afición, que por lo que se respira puede haber una buena entrada», explicó el técnico. 

Cobos espera un partido disputado con dos equipos que se han sacudido la presión de acabar en «esa quinta plaza para bajo que todos queríamos eludir porque estábamos pensando en los posibles arrastres». «Aunque los deberes están hechos, este último objetivo es muy bonito y jugar el partido sin la presión por el descenso va a ser importante para los dos equipos», agregó. No estarán en ese partido David García y Juan Castillo por lesión y tampoco Samu, por motivos profesionales. 

Con este planteamiento, el preparador destaca que el partido sirva para aquello de regalar minutos. «No me gusta regalar minutos nunca, no es bueno porque eso se tiene que ganar en los entrenamientos y en el campo. Vamos a por el partido, no tenemos otra cosa en la cabeza y vamos a poner a los que mejor estén», apostilló. Y ante el final, es imposible olvidarse del futuro y por eso el técnico contestó por primera vez sobre su continuidad sin querer dar una respuesta clara, aunque la idea del club es la de apostar por el belmezano la próxima temporada. Con todo, esa será otra historia porque ahora la que toca es la de conseguir acabar en la séptima posición de la tabla.