Los análisis del turismo de autocaravanas hablan de un tipo de turismo en auge desde hace algunos años, algo que ha llevado a la proliferación de este tipo de vehículos. Hosteltur destacó en un artículo del año pasado que los cálculos hablan de que cada año 250.000 autocaravanas transitan por España con una ocupación media de tres personas por vehículo, lo que supone una estimación de 750.000 personas en total. Con datos de junio de 2019 se habla de más de 1.000 vehículos vendidos, la mejor cifra desde 2007. Y por segundo año consecutivo, la demanda para alquilar una autocaravana superó la oferta existente.

La llegada del coronavirus con las restricciones de la ‘nueva normalidad’ llevó a hablar de un ‘boom’ aún mayor durante este año. De este tipo de turismo hablamos con Francisco Olid, un pozoalbense que lleva más de diez años realizando viajes primero en caravana y posteriormente en autocaravana. Su experiencia le lleva a no ver a esa estrecha relación entre el coronavirus y un auge exponencial de la apuesta por las autocaravanas porque «no deja de ser tu casa, pero el comportamiento es como el de otro turista, es decir, vas a restaurantes, realizas visitas, no veo una razón suficiente para entrar en una inversión que es alta y un alquiler que puede rondar los 170-180 euros el día». Para Olid «nadie se va a gastar 60.000-70.000 euros por esta situación, aunque puede ser que se animen a este tipo de turismo y de ahí se produzca cierto crecimiento». 

Porque algo de lo que no hay dudas es del auge y crecimiento que ha experimentado en los últimos años un turismo que en países como Alemania, Holanda o Francia encuentra muchas más facilidades ya que las áreas para autocaravanas se pueden encontrar en muchos pueblos. «En España cada vez hay más áreas, aquí en Los Pedroches hay en Alcaracejos y Villanueva del Duque, pero es algo en lo que hay que seguir trabajando», lo dice pensando en los beneficios que puede aportar un sector que no adolece de la estacionalidad y que puede implicar ayudas para las economías locales más allá de la época estival. 

«Las ventas de autocaravanas están disparadas, los costes son altos, nosotros vendimos nuestra primera autocaranava por el mismo precio al que la compramos porque no hay un mercado de segunda mano que abastezca la demanda existente, de ahí que se importe mucho», explica. Francisco Olid comenzó a introducirse en este mundo haciéndose con su primera caranava allá por el año 2008, aunque luego pasó a la autocaravana. Entre ambas opciones existen diferencias ya que «la caranava obliga a un turismo más estático, te estableces en el camping y te vas moviendo, con la autocaranava es raro que estés dos noches seguidas en el mismo lugar». 

Entre las posibilidades que ofrece, Olid destaca el hecho de «estar en tu casa», además de la «independencia» que ofrece y, por supuesto, el «poder recorrer los lugares y los países de una forma totalmente diferente». «Nosotros hemos viajado a París desde Pozoblanco y hemos descubierto muchos lugares que de otra forma sería inviable, te da mucha libertad a pesar de que lleves una ruta marcada».