Los datos de la tercera y definitiva oleada el estudio ENE-Covid-19 desarrollado por el Instituto de Salud Carlos III han arrojado unos datos que dejan a un 2,7 por ciento de la población de la provincia con anticuerpos, lo que vendría a suponer que unas 21.000 personas han pasado el coronavirus. Este dato eleva ligeramente el de la segunda oleada que reflejó un 2,5 por ciento de la población, es decir, unas 19.500 y el de la primera oleada que dejó un 2,4 por ciento lo que supondría unas 18.800 personas.

La media cordobesa está por debajo de la media andaluza que asciende hasta el 3 por ciento y se encuentra también por debajo de la media nacional, situada en un 5,2 por ciento. Una cifra, la nacional, que no ha variado con respecto a la segunda oleada y que apenas ha subido de la primera oleada cuando se estableció en un 5 por ciento. La comunidad de Madrid con un 11,7 por ciento sigue siendo la comunidad con mayor porcentaje, seguida de Castilla-La Mancha con un 9,6 por ciento.

Según el Ministerio, una de las cuestiones analizadas en el estudio, realizado a lo largo de dos meses, es la evolución de los anticuerpos, que era uno de los objetivos. Se ha observado una tasa global de seroconversión (personas que no tenían anticuerpos en la primera oleada y que los han desarrollado a lo largo del estudio al tener contacto con el virus) del 0,9 por ciento entre la ronda 1 y la ronda 2, un porcentaje algo menor (0,7 por ciento) entre la ronda 2 y la ronda 3. Estas cifras reflejan la baja aparición de nuevas infecciones tras el confinamiento.

El mapa de participantes con síntomas COVID-19 (personas con tres o más síntomas o con pérdida súbita del olfato) en las dos últimas semanas del estudio da una idea de la evolución más reciente de la epidemia. Mientras el porcentaje de sintomáticos ha disminuido sustancialmente entre la primera y la segunda ronda, se ha observado un leve incremento en la última ronda, lo cual podría ser fruto de la mayor movilidad de la población tras el periodo de confinamiento. Es posible que un porcentaje de estos pacientes puedan ser casos de COVID-19 en fase precoz de la enfermedad. El seguimiento de los participantes podrá permitir responder a estas cuestiones.