Inmersos en una vorágine social, política y económica que nos devora y nos desconcierta a partes iguales, la pregunta es: ¿Cómo es posible que no existiera en la Comarca de los Pedroches un periódico digital? Pues sí, la fumata blanca de la revolución tecnológica en este formato no podía llegar a nuestra tierra de otro modo, sino de la mano de Julia López. Y es que corren tiempos en que la ciudadanía necesita respuestas contundentes y veraces. La gente necesita sentirse informada. Y no es una cuestión baladí ésta,  puesto que su salvaguarda es imprescindible para que la democracia se desarrolle de la manera más limpia posible. Por eso, es una noticia extraordinaria que Julia abra el periódico digital “hoyaldia”.

La información a través de la red es rápida e inmediata, y goza de una actualidad que no tiene más cortapisa que la de estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. La información digital, en este sentido, representa en el seno del mundo periodístico lo que es la alta velocidad en el contexto del transporte ferroviario. Ya sólo falta que los pasajeros se suban al tren de “hoyaldia”, que disfruten con el paisaje de Los Pedroches, y que saquen sus propias conclusiones sobre las cosas que pasan al otro lado de sus ventanillas.

Independientemente de que el medio de comunicación sea tradicional o digital, lo más determinante para los ciudadanos de a pie es que los contenidos informativos que consumen, sean veraces y que atiendan a criterios de independencia respecto de posibles influencias políticas y económicas. Hay quien engulle con pasión y a sabiendas, hamburguesas fraudulentas de ternera fabricadas a partir de carne de caballo. Y también están los que no perciben el humo que les venden. Aquellos ciudadanos que se preparan su parrilla informativa, voluntariamente o no, a base de productos engañosos y sectarios, tendrán aquí su refugio para informarse; alejados de los ardores estomacales y las flatulencias pestilentes provocadas por el consumo de la propaganda suministrada por los medios de comunicación dependientes, deshonestos por naturaleza para/con la ciudadanía. Bajo una Dirección cimentada en la raza periodística, sé de buena tinta que este periódico digital no tardará mucho tiempo en adquirir el sello de calidad que sólo los ciudadanos pueden otorgar, el de la credibilidad.

Ya sólo falta que los pasajeros se suban al tren de “hoyaldia”, que disfruten con el paisaje de Los Pedroches, y que saquen sus propias conclusiones sobre las cosas que pasan al otro lado de sus ventanillas.

Las gentes del valle tienen motivos para estar de enhorabuena ante el comienzo de esta aventura periodística, y también los tienen para congratularse por poder ser partícipes de este proyecto en su día a día. La apertura de este nuevo canal de comunicación representa para todos una nueva ventana al pensamiento independiente, y a mí me gustaría que supusiera también un punto de encuentro en el que el espíritu crítico campara a sus anchas en detrimento del adoctrinamiento que habitualmente mana de los medios de comunicación. Espíritu crítico tan denostado por los que no admiten réplica, por aquellos que en definitiva no creen en la libertad de prensa, en el debate apasionado y en los valores democráticos.

Desde un punto de vista sociológico, el progreso de la comunidad y el libre y pleno desarrollo de ciudadanos formados e informados, dependen de la protección de estos valores, de la honestidad de los profesionales, y de su fuerza, coraje y compromiso social. Yo particularmente, me siento halagado por recibir la oportunidad de poder aportar mi granito de arena a este propósito tan interesante, escribiendo una columna cuando se me requiera. Será un placer terrible.

Y no me voy a despedir sin desearle a Julia toda la suerte del mundo, aunque no le hace falta. Os lo digo yo.