A Woody Allen le interesaba el futuro porque era el lugar donde iba a pasar el resto de su vida. Los ganaderos de vacuno de leche de Los Pedroches han crecido en las explotaciones de la comarca, viendo como sus padres obraban un milagro al producir leche en un valle que no ofrecía las condiciones básicas para ello, y ahora se ocupan, con una de las mejores medias de edad de Europa, de aquellas explotaciones siendo los principales productores de leche de Andalucía. Pero no saben si podrán seguir haciéndolo y, en el mejor de los casos, si sus hijos podrán hacerlo.
Los diferentes alcaldes de la comarca, indiferentemente del color político, lucharon junto a los ganaderos por concienciar al Gobierno Central para que tomara las decisiones oportunas para que el sector lácteo, estratégico en Los Pedroches, fuese rentable. La producción de leche costaba 0,40 euros el litro y en el mejor de los casos se le estaba pagando al ganadero a 0,34 euros el litro. Unos números, que a día de hoy, y pese a una leve mejora de los costes de producción, están sirviendo de estocada y descabello a muchos ganaderos.
Con beligerancia se pedía una solución política al Ministerio de Agricultura para que la rentabilidad llegara a los vaqueros. La Ley de Cadena Alimentaria, la Ley de Integración de Cooperativas, el Real Decreto para facilitar las Organizaciones de Productores y el sello de comercio sostenible para identificar aquellas marcas que venden con un precio que asegura la supervivencia del sector han sido las bases sentadas para garantizar la rentabilidad y un futuro en el que vivir a los ganaderos de Los Pedroches.
Pero todas las medidas que podía tomar el Gobierno eran a largo plazo, cuando el problema también requiere soluciones de inmediatez. No se entiende como se pedía con beligerancia, por parte de algunos alcaldes y presidentes de instituciones comarcales, las medidas de futuro y ejercen un “calla y otorga” cuando se pide a la Junta de Andalucía sanciones para los que venden por debajo de coste o una línea excepcional para las situaciones de emergencia.
Sólo Asaja Córdoba, alguna alcaldesa valiente y algún ganadero desesperado, desafiando a la comandancia política de la plataforma ¡Salvemos el sector lácteo!, fueron capaces de pedir públicamente a la Junta de Andalucía esa línea de emergencia y salvamento que les garantice ver el futuro de esta tierra desde la sala de ordeño. En el caso de Asaja Córdoba fue la petición más directa, ya que la realizó en una reunión entre la plataforma y la Junta en la mancomunidad de Los Pedroches a Judit Anda, Secretaria General de Agricultura y Alimentación de la Junta.
“Cuando las soluciones a largo plazo tengan efectos muchos habremos desaparecido”. Esta es la frase que se lanza a todos los gobernantes que vienen a Los Pedroches a reunirse con los ganaderos. Se antoja necesaria una medida como la de la Xunta de Galicia que comprometió 500.000 euros para las explotaciones que estuvieran al borde del precipicio y un seguimiento exhaustivo a los acuerdos para que se cumplan.
Los ganaderos y los habitantes de Los Pedroches no podemos permitir que desde el gobierno autonómico se lancen balones fuera, vengan a dar charlas sobre organizaciones de productores y no rescaten a aquellas familias que ven como sus sueños se desmoronan. Los vaqueros necesitan sobredimensionarse, adquirir fuerza para imponer los precios, agruparse en organizaciones y tener rentabilidad, pero para ello necesitan sobrevivir a los préstamos y a los costes. Se necesita que la Junta inyecte liquidez a los que están asfixiados y, como pedía Ricardo Delgado, presidente de Covap, en la Jornadas Técnicas de la cooperativa, vigile para que se cumpla lo acordado con la gran distribución.
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