La suciedad en algunas calles de Pozoblanco viene siendo objeto de debate desde hace años y parece que el debate podría virar si el próximo lunes se aprueba la concesión del servicio de limpieza después de un proceso que se ha dilatado en el tiempo. Pero, ¿será suficiente cambiar de empresa? Dándose una vuelta por la localidad lo cierto es que el cambio de empresa puede variar ciertos aspectos, pero está claro que no otros.

Para estar de acuerdo con esta aseveración tan sólo hace falta darse un paseo algunos días por ciertos parques de Pozoblanco (La Salchi, San Antonio) y darse de bruces con una imagen que habla de falta de educación y civismo. Mientras las papeleras, abundantes en según qué zonas, se encuentran vacías, en el suelo aparecen botellas de cristal, latas, cartones y restos de comida que dejan patente que la cuestión de la limpieza debe ir aparejada a otras medidas que impidan que se utilice lo público sin el menor cuidado.

Hace unos meses, el pleno de Pozoblanco aprobaba una actualización de la ordenanza de higiene urbana que recoge las sanciones -aún en pesetas, a pesar de su modificación en sesión plenaria- de algunas de estas conductas. Pero, ¿qué tipo de sanciones se imponen en este campo? En algunas localidades de la provincia los Ayuntamientos han tomado la determinación de imponer sanciones importantes como medida para la concienciación ciudadana, algo que parece que no llega a Pozoblanco.

Llegados a este punto tan sólo cabe preguntarse si la única vía para finalizar con algunas conductas incívicas sería el camino de la sanción económica. Mientras, algunos parques de Pozoblanco siguen dejando una imagen lamentable, al igual que ciertas calles o simplemente algunas cercas que se encuentran en el término municipal y que siguen pareciendo vertederos.