No voy a descubrirles la pólvora si les hablo de la situación crítica, como tantas otras cosas en este país, que atraviesa el periodismo en estos momentos, donde la precarización y el paro se convierten en dos de los principales problemas de que adolece este oficio. Pero no son los únicos. No es por casualidad que la profesión periodística sea una de las peor valoradas por la sociedad en estos momentos. Y es que el apego al poder político reinante en cada momento ha hecho que se desconfíe del periodismo y pierda credibilidad. Desde la tradición oral, a los manuscritos sobre papiros, pergaminos o papel, egipcios, persas o griegos, entre otros, ya relataban lo que sucedía a su alrededor y, por lo general, lo que ha llegado a nosotros hablaba siempre bien del poder establecido en cada momento. De los perdedores no se habla. No existen. Ya lo dijo Alfonso Guerra, quien se mueve no sale en la foto.
Ya el poder desde los albores del periodismo, en la antigua Roma, utilizaba los anales históricos y las actas para venderse, y no digamos en la Edad Media donde reyes y emperadores se sirvieron de las crónicas para cantar sus gestas. Como periodistas free lance, sin contrato y por su cuenta, estaban los juglares que de pueblo en pueblo cantaban las gestas de los guerreros, milagros y otros hechos, volviendo a la tradición oral. En la edad contemporánea el periodismo encuentra su objetivo, se acerca a la sociedad y actúa con una función de control democrático del poder y de crítica, que es, a mi juicio, el verdadero papel que debe desempeñar el denominado cuarto poder.
En una época en que abunda el oficio de opinador y tertuliano, donde se premia a los voceros y mamporreros del poder, donde se cierran periódicos y se intenta silenciar a los profesionales si no son de nuestra cuerda – ahí está el ejemplo sangrante de lo que ha sucedido en Radiotelevisión Española y otros mucho más cercanos-, se agradece que aparezca un periódico digital, no podía ser de otra manera, como el que estoy seguro que va a ser hoyaldia.com. Y estoy seguro porque conozco a Julia López y sé que no le arredran los retos difíciles, porque es una trabajadora nata y porque cree en lo que hace, una virtud que, desgraciadamente, no abunda hoy.
Lo que sí puedo asegurarles es que seré independiente, lo mejor, para mí, que puede ser hoy en día una persona que se dedica al periodismo
Para mí, que como el periodista Juanjo Téllez, cada vez tengo menos ideas, pero en las pocas que me quedan creo mucho y que tengo la heterodoxia por bandera, será un auténtico placer colaborar con el nuevo periódico. Yo no estudie en la Facultad de Periodismo, pero lo hice en la de Historia, que al fin y al cabo no deja de ser una especie de periodismo. No esperen que sea imparcial, no puedo serlo, tengo muy claro cual es mi trinchera. Lo que sí puedo asegurarles es que seré independiente, lo mejor, para mí, que puede ser hoy en día una persona que se dedica al periodismo.
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