La Fiesta de la Matanza y de la Artesanía Popular de Villanueva de Córdoba convirtió el sábado la Plaza de España en una gran fiesta en torno al cerdo y toda la cultura que rodea a este gran tótem alimenticio. Cientos de personas vivieron todo el proceso de despiece, aliñado, adobado, guisado, embutido y desangrado de las piezas de una animal que siempre fue despensa y manjar.  Precisamente, el catedrático de Análisis Regional de la Universidad de Córdoba, Bartolomé Valle Buenestado, natural de Villanueva de Córdoba y presente en la plaza, ha destacó que “el cerdo y la caza han sido desde siempre la principal fuente de proteínas de este territorio, con la particularidad de que el cerdo, gracias a la grasa y los aliños, puede ser conservado en el tiempo y consumido en distintas fases y épocas del año según su proceso de curación y conservación”.

El apunte de Valle Buenestado no es baladí, ya que la cultura matancera está tan presente en Los Pedroches que cientos de personas disfrutaban hoy manjares como el molondrosco jarote, el lechón, los embutidos fritos o curados, el jamón, la morcilla, las parrilladas de carne de los distintos despieces de este animal, entre otras delicias. Mediada la mañana, comenzó el despiezado y a continuación el tratamiento de las distintas carnes. Jamones, paletas, costillares, tocino, papada, careta… las partes del animal se iban poniendo en su sitio. A continuación, las matanceras comenzaron el picado y el aliñado.

La alcaldesa, Dolores Sánchez, señaló que fue “muy positivo” el cambio de la disposición de las carpas de la Fiesta en la Plaza de España, porque “además de ganar espacio creemos que la Fiesta de la Matanza consolida su retorno al centro de la población”. Dolores Sánchez destacó que gracias a esta fiesta y a los talleres que se celebran “conseguimos que sean muchos los niños y los jóvenes se familiaricen con una tradición que cada vez es menos frecuente pero que forma parte de nuestras raíces”.

Rosario Muñoz, matancera mayor

Sánchez reconoció la labor de Rosario Muñoz, como matancera mayor de la fiesta. Rosario participó en todo el proceso de trabajo con las carnes como una más. “He trabajado toda mi vida en las matanzas y tengo muy buenos recuerdos, aunque me dejé dos dedos en el camino”, afirmó Rosario mostrando los muñones amputados del índice y del corazón de su mano derecha, que fueron víctimas de una picadora en un descuido. Rosario se emocionó al recibir el ramo y la plaza de reconocimiento y agradeció a todo el pueblo de Villanueva el apoyo y a todas las personas que han trabajado junto a ella durante toda su vida.

Actividades paralelas

Junto a la Fiesta de la matanza se instalaron puestos de venta directa de embutidos, alimentos tradicionales y artesanía. Además, los alumnos de los ciclos formativos de productos alimenticios ofrecieron sus productos y la Audiencia contó con una exposición de manualidades la Asociación de mujeres Nuevo Amanecer que ha sido un éxito. La ambientación musical corrió a cargo del grupo Jara y Granito, de la charanga Pata Negra y del grupo Abril.