Con los acordes de ‘El burro vinagre’, una de las canciones más populares de Aliara, finalizaba en la madrugada del domingo la vigésimo novena edición de la Muestra de Música Tradicional Folkpozoblanco 2017, que del 3 al 5 de agosto se ha desarrollado en el patio de La Salchi de Pozoblanco.

Han sido tres días intensos donde la música tradicional ha sido la protagonista indiscutible y donde, a nuestro juicio, se ha cumplido la misión que indicaba el director artístico del festival y  miembro del grupo Aliara, José María Sánchez, en la presentación del festival y que no era otra que dar a conocer las diferentes culturas y tradiciones musicales que existen en el país. Algo que lleva haciendo, contra viento y marea, el grupo Aliara, alma mater de esta muestra, incansable rastreador y divulgador de la cultura musical de Los Pedroches y por ende de las raíces culturales de toda la comarca pedrocheña.

Se iniciaba el ciclo el pasado jueves con una propuesta familiar con los más pequeños como protagonistas de la mano de los sevillanos Infoncundibles, que presentaban su espectáculo ‘La banda del otro’, una mezcla de wester, música y circo que conquistó enseguida al público infantil. Los sevillanos han paseado su propuesta de música y malabares por toda la geografía española y mundial.

Por la noche tocaba un ambiente más intimista. Llegaba la pozoalbense María José Llergo (Mary Joe), acompañada del guitarrista catalán Marc López, que ofrecieron una excelente velada en la que se mezcló el flamenco, el folk y otros estilos musicales como el jazz o el blues, siempre con la aterciopelada voz de Mary Joe como hilo conductor que le da un toque especial a todas sus interpretaciones.

El viernes 4 la tarde noche comenzaba fuerte con la música heterodoxa e iconoclasta de La banda de la María que llenó de ritmos funkys y bailables las calles de Pozoblanco. Pasadas las once de la noche volvía la música al patio de La Salchi con la actuación de Manuel Luna y la Cuadrilla Maquilera. Manuel Luna es un antropólogo, músico e intérprete, muy conocido en todo el país por sus programas en Radio Nacional de España en los que divulga la música de raíz. Con una treintena de producciones etnomusicales, con recopilaciones y estudios de música tradicional en Castilla-La Mancha, Murcia, Cantabria y Andalucía Oriental, Luna ha recorrido con sus grupos las plazas y fiestas mayores de muchos pueblos españoles y también teatros de toda Europa. Su música deleitó y divirtió al nutrido público que se dio cita para escucharlos.

Y llegaba el sábado, día grande de la Muestra. El primer plato fue La Asociación Músico-Cultural Las Colmenas, de Guadalajara, un grupo joven nacido en 2012 y con una media de edad que ronda los 30 años, que se apoyan en la música de raíz con el propósito de recuperar las costumbres de su tierra y trasmitirlas para que no se pierdan. Sus jotas fueron seguidas con entusiasmo e incluso interpretadas por parte del público asistente.

Como broche final de la noche y del Folkpozoblanco 2017 le tocaba el turno a los anfitriones y organizadores, Aliara. Con un patio de La Salchi abarrotado interpretaron algunos de sus temas más conocidos para dar paso a continuación a un grupo de niños y niñas con los que desplegaron su repertorio más infantil y festivo como son los temas de su disco ‘Canciones y juegos infantiles en el País de Los Pedroches’. ‘Al pasar por el cuartel’, ‘La chata Meringüela’ o ‘Al torito’, hicieron las delicias de los presentes y los trasladaron a su infancia, donde el juego en la calle, hoy en día perdido, era el pan nuestro de cada día. Supo a poco la actuación de Aliara.

Como balance podemos apuntar que la muestra a vuelto a ser un éxito de público, aunque a vuelto a fallar en su convocatoria a los jóvenes. Algo también que ha sido habitual desde que comenzó el Folkpozoblanco, y que solo ha solventado con éxito algunos años cuando han desfilado por el escenario de La Salchi grupos folk de música celta. Ya se prepara la próxima edición que será especial al cumplirse el 30 aniversario de su creación. Quizá sea hora también de hacer balance y apostar por nuevas formas, algo muy difícil cuando hablamos de música tradicional.