La fiesta se paró durante algunos instantes ayer en Dos Torres para rendir homenaje al patrón de la localidad durante la feria que lleva su nombre. San Roque fue el protagonista de un viernes de feria que arrancó muy temprano para cumplir la traición porque ayer la distancia entre la parroquia Nuestra Señora de la Asunción y la ermita que lleva el nombre del patrón de la localidad se llenó de color e imaginación a través de decenas de alfombras de sal. Los adoquines de las calles quedaron prácticamente ocultados por unas creaciones que fueron desapareciendo al paso de la procesión, desde la Plaza de la Villa que lució su belleza en todo su esplendor reivindicando, como viene siendo habitual, la identidad con una bandera de España.

Es una de las cuestiones más características de estas alfombras de sal, su carácter efímero. Y es que la jornada arrancó muy temprano con el reparto de kilos de sal para que jóvenes, que tienen un protagonismo importante en esta fiesta, y mayores dieran rienda suelta a su creatividad y plasmaran sus ideas llenas de color y de temáticas. La religiosidad, temas de actualidad y personajes del mundo infantil, sin olvidar las alfombras con mensaje, coparon las ideas de este año. Aunque quizás la más imponente fue la que plasmó la ermita de San Roque por su complejidad, por su colorido y por la belleza de la confección. Es en este punto es donde nace otros elementos vitales en esta tradición, el trabajo colectivo, la unión y el saber asumir cada uno su papel porque la precisión no puede fallar. Por eso, y aunque las imágenes que finalmente se recojan sean las de las composiciones definitivas, la unión en el trabajo dejó otras igualmente emocionantes.

Pasadas las ocho de la tarde y con la Eucaristía finalizada comenzó el traslado del patrón hasta la ermita que lleva su nombre, momento en el que San Roque fue llevado por las alfombras de sal realizadas en su honor, momento en el que también las alfombras alcanzan su objetivo final y los colores empezaron a difuminarse. La música fue otra parte fundamental de la procesión con la participación de la Banda de Música que ofreció en la Lonja de la ermita de San Roque un pequeño concierto al término del traslado de la imagen del patrón.

Como no podía ser de otra forma, los ciudadanos de Dos Torres volvieron a acudir fieles a la cita, también los que aprovechan las fiestas de la localidad para regresar de vacaciones a un pueblo que se sigue echando de menos el resto del año, son días también de encuentros. Pero el municipio usía también recibe a ciudadanos de localidades de la comarca que no quieren perderse uno de los momentos álgidos de las fiestas en honor a San Roque, que después vuelven a zambullirse en noches de fiestas y baile y en días donde los encierros de reses bravas marcan el día a día.