Cuenta la tradición pozoalbense que la quema de la muñeca tiene su origen en un pasaje de la vida de San Isidro en el que se cuenta que los padres encerraron al santo en una habitación en compañía de una joven para quitarle sus ideas religiosas. El santo habría salido airoso del trance y ella se lleva la peor parte porque el pueblo, en recuerdo de ese pasaje, quema una representación de aquella joven que llevaba por nombre Filomena. Una tradición que desde la década de los ochenta del siglo XX se mantiene en Pozoblanco y que permite que la festividad de San Isidro llegue cargada con las propuestas que entidades, asociaciones y particulares hacen de estas muñecas cargadas, en algunas ocasiones, de reivindicaciones.

Porque Filomena, la mayoría de muñecas mantienen el nombre tradicional, representan ya no a esa mujer repudiada, sino las demandas sociales del pueblo o sus propias tradiciones, sin olvidar a las que hacen alusión a mundos o culturas algo más lejanas o las que encuentran su personalidad en los cuentos infantiles. Hay para todos los gustos.

Este año, la muestra de muñecas de San Isidro contará con diecisiete propuestas que han llevado a los colectivos y particulares que las realizan a poner la imaginación al servicio de la tradición.

En los días previos, el trabajo se incrementa porque toca dejarlo todo a punto para que a partir del jueves por la tarde puedan ser visitadas por la ciudadanía. Se trata, de igual modo, de una tradición que entronca con los lazos vecinales y asociativos tanto para la elaboración de la muñeca para los días que se viven hasta que son quemadas el sábado cuando cae la tarde. Y verlas es una auténtica delicia para los sentidos por los detalles que revisten al esqueleto de madera para que Filomena hable sin emitir sonido. Detalles que hablan de un trabajo considerable del que se disfruta hasta que el fuego cumple con la tradición.

Una tradición que no es exclusiva de Pozoblanco y que se traslada a otras localidades de la comarca como Torrecampo, que quemó a sus muñecas en la noche del día 14.