• El Ayuntamiento defiende que se mantendrá la zona verde, pero que no se podían mantener los árboles que había 

 

Las obras de mejora de la calle Felipe Rinaldi de Pozoblanco han comenzando con polémica después de que el martes vecinos de la zona se quejaran al ver arrancar algunos de los árboles que llevan en esa vía décadas. Las redes sociales fueron el espacio escogido para materializar esas quejas acompañadas de vídeos y fotografías que rápidamente fueron numerosas veces compartidas. La situación provocó que algunos vecinos de la calle mantuvieran ayer miércoles una reunión con responsables del Ayuntamiento de Pozoblanco donde se expusieron las razones de una decisión «muy meditada», en palabras de la concejala de Urbanismo, Anastasia Calero, a este periódico.

Todo arranca del proyecto de remodelación de la calle, con un importe que ronda los 200.000 euros, y que llevó a esos mismos vecinos a conocer ese proyecto en una otra reunión en el Consistorio. Un primer boceto al que posteriormente se le introdujeron variantes pero que tuvo en cuenta algunas de las aportaciones realizadas por los vecinos como respetar el espacio de zona verde y mantenerlo o la simetría que presenta la calle a ambos lados. Calero reconoció que «algún problema de coordinación» impidió que los vecinos conocieran el proyecto definitivo antes del inicio de las obras porque la intención era «enseñarles el proyecto final y explicarle el tema de los árboles». 

Respecto a este tema, la edil apuntó que «nos hemos estado asesorando con el técnico del Plan de Arbolado, con el técnico responsable de la empresa de jardines y con los técnicos municipales y todos llegan a la misma conclusión, son árboles que tienen muchos años, que no respetan la distancia con la fachada y cuya ordenación no se puede respetar porque no nos permitiría ampliar los acerados». «La decisión es más que meditada», prosigue la concejala de Urbanismo, que apostilló también que «he pedido a los vecinos que pongan en una balanza las cuestiones positivas, que no piensen que hemos arrancado los árboles y ya, sino que vamos vamos a modificar toda la red de agua potable, el alcantarillado, la red de riego, es decir, vamos a subsanar muchos problemas». Además, defendió que se mejorará también la accesibilidad con aceras que pasarán de 1 metro a 1,80 metros. 

Preguntada por si en esa primera reunión los vecinos le pidieron que mantuvieran los árboles actuales, Calero indicó que «hay tantas opiniones como personas». Las explicaciones aportadas ayer por la parte política a los vecinos que acudieron a la reunión de ayer miércoles convencieron a los mismos, aunque no a la totalidad de quienes viven en la calle porque aluden que «pedimos que se respetaran los árboles que había en nuestra calle». Ahora, esos mismos vecinos tendrán que decidir el tipo de árbol por el que optan entre las posibilidades que se les han ofrecido desde el Ayuntamiento.