El alcalde Pozoblanco, Santiago Cabello, ha señalado públicamente en dos ocasiones a lo largo de la semana al personal funcionario del Ayuntamiento. Les culpa de obstaculizar los procesos, de poner zancadillas e incluso de no entregar los informes en tiempo y forma. Acusaciones que no son nuevas pero que se han encontrado con el rechazo frontal del personal funcionario, que pide respeto al alcalde y señala las competencias de la parte política, entre las que señala la dirección del personal y la dotación de medios humanos y materiales en el Consistorio. 

Todo ello lo se especifica en un comunicado que arranca exponiendo que los ataques «continuos» del alcalde y «determinado miembro del equipo de gobierno» están creando «una conciencia social alejada de la realidad». Es por ello, que tras la celebración de Asamblea de Funcionarios, los mismos quieren aclarar algunos puntos. El primero de ellos, hace mención a la Ley de Bases de Régimen Local donde se determina que las atribuciones del alcalde-presidente, son entre otras, las de dirigir el gobierno y la administración municipal y desempeñar la Jefatura superior de todo el personal, «siendo de su exclusiva responsabilidad esa
labor de dirección y administración que, en ningún caso, recae sobre los Funcionarios Públicos». 

El comunicado prosigue indicando que «los funcionarios de este Ayuntamiento no han interferido jamás en la gestión política del equipo de gobierno. ni actual ni anteriores. La labor de creación de proyectos y su
aprobación siempre ha correspondido y corresponde al equiopo de gobierno. Si en esa labor se cuenta con los medios materiales y humanos necesarios para su desarrollo, o no, también es labor de la Alcaldía-Presidencia. No es nuevo que cualquier proyecto que emprenda el Equipo de
Gobierno pueda ser criticado por la oposición política, pero sí es nuevo que las consecuencias de la gestión política se quieran repercutir en los trabajadores públicos. Hemos pasado de ser felicitados en los plenos a estar permanentemente
señalados en las redes sociales, como los mayores culpables de todo y especialmente se ha tratado con inquina a aquellos de nuestros compañeros que ostentan mayor grado de responsabilidad en informar sobre la legislación vigente». 

El tercer punto del comunicado alude a que los funcionarios «no redactan leyes ni establecen los procedimientos que han de seguirse para resolver los expedientes. Su labor, en unos casos es de simple redacción y
en otros solamente informar al equipo de gobierno qué leyes en cada caso son de aplicación, si la propuesta política se ciñe a la Ley y los pasos a seguir, cometido que desarrollan con estricto cumplimiento. Las Leyes son elaboradas por los Parlamentos correspondientes. Lo que desde la
Alcaldía se manifiesta como de: «trabas administrativas, continuas e innecesarias para paralizar la Administración Pública», son requisitos que vienen contenidos en las Leyes y que no justifican, en ningún momento, que desde la Alcaldía se aproveche el acceso a los medios de comunicación para
arremeter contra la profesionalidad de sus trabajadores ni crear crispación entre los vecinos del municipio hacia dichos trabajadores. No se puede confundir
«trabas administrativas» con procedimiento administrativo y cumplimiento de la legalidad vigente, a eso nos debemos, no a
lealtades particulares». 

Por último, los representantes sindicales piden respeto «hacia la profesionalidad y hacia la persona de los funcionarios públicos del Ayuntamiento de Pozoblanco, que siempre han desarrollado sus cometidos con ilusión y vocación de servicio público, hoy minorados en su número tras muchas jubilaciones, que no han tenido restitución».