Uno de los deportes favoritos de los naturales o forasteros es arreglar el callejero. Es cosa de tocar poder y «como es mía la guitarra, toco por dónde me da la gana». En mi pueblo, cuando ya se llamaba –y se llama– Hinojosa del Duque, en la II República, anduvieron tan hartos de los cambios que intentaron poner números en lugar de los nombres de las calles. ¿Se imaginan a alguien viviendo en la calle Trece? Como los hospitales y los hoteles, que evitan los trece, de haber triunfado la propuesta, hubiera sido un callejero de números bonitos; sin embargo, la idea no es mala, pues se evita que, con los cambios políticos, los héroes de los unos sean un mal querer para otros, pues «lo que hoy parece, mañana perece».

Si retrocedemos más en el tiempo, observaremos que la dependencia personal de un conde que fue acaparando títulos y la situación geográfica de Hinojosa, antes provincia de Extremadura y luego colocada en la provincia de Córdoba, influyeron en el nombre del pueblo que se cita como Hinojosa de Extremadura, Hinojosa de Córdoba, inclusive como Hinojosa de Pedroche. Como a las calles, el poder político y administrativo le ha dado diferentes apellidos. Sin embargo, nunca había reparado en que «Hinojosa del Duque» fuera un nombre extraño. He caído en esa sospecha cuando he descubierto que el gran Camilo José –solo tenemos uno, el Nobel de Literatura de 1989– habiendo ya publicado La familia de Pascual Duarte y La Colmena, obras cumbres de la narrativa española, se entretuvo escribiendo algunos relatos llenos de palabras y situaciones absurdas. En la revista Destino (7-10-1961, Barcelona) publicó un cuento de la buena pipa, titulado «Soledad Paterna, la Marquesona», en el que un personaje secundario, un factor de ferrocarril, introduce una nueva visión en el nombre de mi pueblo.

«A Nicolás Albadalejo, alias Besuguito, lo mataron en Hinojosa del Duque de un pinchazo en todo lo alto, en una fiesta», escribió el Nobel, y recién me doy cuenta: ¡en qué sitio extraño he nacido, si hasta lo citó ese portento de las palabras raras y enrevesadas!