La semana pasada los trabajadores del Centro de Atención a Personas Discapacitadas (CAMF) de Pozoblanco mantuvieron un encierro de veinticuatro horas como medida de protesta ante la negación por parte de la administración de cubrir las vacantes que existen en el centro, así como por la “pérdida de derechos de los trabajadores a nivel de administración”. Un encierro que se acordó en Asamblea el  14 de marzo y que se volvió a repetir en el día de ayer. Además, integrantes del comité de empresa nos confirmaron que esta medida seguirá y, de momento, el próximo martes se volverá a llevar a cabo.

Los trabajadores se van sumando al encierro al término de su jornada laboral, para que el servicio no se vea mermado, y así la cifra va fluctuando dependiendo de la hora del día. El apoyo de la plantilla ante esta decisión es “amplio”, nos cuentan Auria Serrano, presidenta del comité de empresa, Juan María Martínez, José Sánchez y Blanca Callejero, todo ellos miembros también del comité.

“Tenemos el mismo grado de asistencia, las mismas obligaciones, no tenemos cierre por Semana Santa o por Navidad y, por lo tanto, las cargas de trabajo son las mismas. No tenemos una menor ocupación”, afirmó Martínez que prosiguió explicando que “en este sentido, si sigue disminuyendo el personal la prestación también se va a ver disminuida y se va a perder calidad para los usuarios del centro”.

Todos están de acuerdo en que, si deben de existir los recortes, que se centren en “otros aspectos” pero no en la “atención directa, entendemos que aquí no se pueden hacer recortes porque estamos ofreciendo atención a personas con altos grados de discapacidad y dependientes que necesitan un cuidado constante”.

De momento no llegan muchas respuestas desde la administración, aunque sí se ha conseguido resolver la problemática que las vacaciones de Semana Santa estaban causando. “Las vacaciones se estaban denegando porque no estaba claro el sistema de sustitución del personal y esto sí se ha resuelto”, apunta Martínez que profundiza matizando que “está pendiente el nuevo sistema de contratación y queremos que se contemple el cubrir las vacantes existentes mediante un nuevo sistema”.

Los trabajadores del CAMF quieren hacer partícipe a toda la ciudadanía de Pozoblanco de esta situación, por lo que continuarán también con los parones de lunes a viernes de doce a doce y diez a las puertas del Centro, unos parones que no se prolongan los fines de semana porque “estamos en servicios mínimos”.