Además, apostó por incluir soluciones de corte federalista tanto a nivel económico como político

Las Jornadas de Otoño organizadas por la Fundación Ricardo Delgado Vizcaíno afrontaron la última de las sesiones dedicadas a la actualidad política y económica mirando hacia Europa. Fue el ex Ministro de Asuntos Exteriores y ex comisionario europeo, Marcelino Oreja Aguirre, el que puso en el centro a una Unión Europea a la que diagnóstico muchos problemas pero en la que “confía” porque “entiendo que el futuro pasa por Europa” todo ello dentro de un modelo “federalista” y pidiendo a los estados miembros que renuncien a parte de su soberanía en materia presupuestaria y fiscal.

El que fuera ministro de Asuntos Exteriores comenzó su conferencia realizando un trazado de la constitución de la Unión Europea pasando por los inicios y llegando hasta la actualidad centrándose en el caso español. “La integración europea ha sido la aventura política más ambiciosa desde la Segunda Guerra Mundial que intentó dar respuesta a tres cuestiones: impedir que se repitieran los desastres, conseguir que la situación económica garantizase una democracia permanente y recuperar un puesto de vanguardia en el escenario mundial”, indicó.

En cuanto a las reformas a abordar, Oreja ha relatado que “hay que reforzar la supervisión macroeconómica, reforzar el sistema financiero para hacerlo más eficiente”, unos cambios que “hay que realizar rápido porque, aún siendo una potencia, hay muchos indicadores que dicen que está lejos de ser un actor protagonista y de lo contrario no podrá afrontar el reto de la globalización”. Unas medidas, encaminadas a reforzar el papel de la Unión a nivel mundial que ya “fracasó en el año 2000”.

“A mi juicio hay que restablecer la unión bancaria con tres mecanismo: un supervisor bancario único  que será el Banco Central Europeo, que comenzará a ser operativa a finales del año que viene; un organismo responsable de la reestructuración o liquidación de bancos en peligro; y un fondo de garantía depósito a nivel europeo”, expuso. En estos dos últimos aspectos, Oreja se ha centrado en las reticencias alemanas y francesas para que el proceso se complete satisfactoriamente. En este sentido, el ex ministro destacó la importancia de “la integración en la unión monetaria, la unión bancaria y la unión fiscal” como futuro de la Unión Europea aunque lo deseable sería también que “tuviera competencias en materia de empleo o prestaciones sociales”.

“El problema es que los países no quieren ceder parte de su soberanía en materia fiscal y presupuestaria y deben hacerlo para caminar hacia delante”, indicó avanzando también en temas políticos indicando que “el segundo eje de actuación es avanzar en la unión política y solo veo una manera de hacerlo y es configurar una estructura federal con un Parlamento Europeo con poder legislativo y un ejecutivo que debería ser la Comisión Europea y una segunda cámara donde estén representados los estados miembros, además de los Jefes de Estado”.

Oreja finalizó su exposición poniendo de relieve la originalidad del tema europeo que no es otro que “la existencia de una institución que tiene el monopolio de la iniciativa legislativa. La comisión europea presenta el proyecto y después el consejo y el parlamento lo discuten y si en un momento se desnaturaliza la comisión puede paralizarlo y ese monopolio legislativo es muy importante”.