La historia se repite por el mismo motivo, el Covid-19. Como ocurriera en el mes de mayo, cuando los pozoalbenses no pudieron acompañar a la Virgen de Luna en su regreso al santuario de La Jara, la patrona de la localidad volverá al municipio sin la multitud que año tras año la acompaña. Febrero se queda sin una de las citas más esperadas en Pozoblanco con una suspensión que ha sido anunciada por la Cofradía, el Ayuntamiento y la Parroquia de Santa Catalina. 

El motivo esgrimido no es otro que la situación sanitaria por la pandemia del coronavirus que impide que se celebren actos donde la asistencia de gran cantidad de gente es un hecho. Así las cosas, los pozoalbenses no podrán disfrutar de su Romería ni de los actos programados ese día, aunque evidentemente la Virgen de Luna sí será trasladada hasta la localidad sin que por el momento se hayan dado los detalles de ese traslado. 

Entre los actos que sí se mantendrán destaca el pregón de Juan Bautista Escribano Cabrera que tendrá lugar el día 5 de febrero, dos días antes de la traída de la Virgen de Luna a Pozoblanco. Del mismo modo, también seguirán activos algunos cultos religiosos que se realizarán con las medidas vigentes en ese momento. Dichos actos comenzarán de hecho este sábado 9 de enero, cuando, tras la eucaristía de las 19:30 en Santa Catalina, se procederá a la presentación del cartel de este año, realizado sobre una obra pictórica de Rosario Muñoz Dueñas. El acceso a dicha actividad se realizará de acuerdo con las normas que hay ahora mismo establecidas en la Iglesia.

El Ayuntamiento de Pozoblanco también ha avanzado que se mantendrá como día festivo local el lunes 8 de febrero y que el Consistorio elaborará un plan de actividades municipal adaptado a la situación y con el fin de divulgar esta tradición centenaria entre la población, como es habitual y a pesar de las dificultades que supone la pandemia