Querida Luci:

Cuando yo era maestro de escuela, muchas veces, tuve la tentación de rendirme ante el aburrimiento y la rutina de celebrar cada año, otra vez, el Día de… o la Fiesta… o participar en la siguiente edición del concurso escolar… o realizar, de nuevo, el viaje de estudios a… Sentí la tentación, pero raras veces me pudo. Lo lograba con dos sencillos argumentos, el primero dirigido a mí mismo: “Si no quieres repetir lo del año pasado, pon a prueba tu creatividad e inventa algo nuevo”. El segundo, sin palabras, me lo transmitían las caras de los niños y niñas que se sentaban frente a mí: “Recuerda que nosotros no hemos celebrado nunca el Día de… ni la Fiesta… ni hemos concursado en… ni hemos ido de viaje a… Esos fueron los alumnos del curso pasado, nosotros somos nuevos y te estamos dando la oportunidad de que tú lo seas también”. Comprenderás porque he podido disfrutar tantos Días de la Paz o de Andalucía o tantos Viajes de estudios a nuestras, singulares, Mezquita o Medina Azahara. Cada vez que los he vivido han sido nuevos para mí. Trato de no olvidarlo, porque nuestra vida suele presentarse repleta de acontecimientos que, de entrada, parecen rutinarios y, a fuerza de repetirse, sin chispa o con escaso atractivo. Y solo hay una manera de comprobar que no es así: Vivirlos. No vale imaginarlos ni que te lo cuenten.  

El próximo domingo estamos (estoy) convocados a participar en una concentración en Villanueva de Córdoba y, antes de que me digas: Sí, otra vez, lo de las paradas del tren…Permíteme enunciarlo de esta manera: Por primera y única vez en nuestra vida, tenemos la oportunidad de juntarnos en esa plaza con nuestros paisanos de Los Pedroches y coincidir con gente a la que no habíamos visto nunca o llevábamos mucho tiempo sin encontrarnos, de sumar, de denunciar con nuestra presencia que no es justo el trato que se da a nuestra comarca. Podemos intentar que nos acompañen nuestros hijos y nietos para que entiendan que también es asunto suyo. Podemos comentarlo en el trabajo y en la cola del supermercado. Ofrecer una plaza en nuestro coche. Podemos añadir alguna iniciativa, vía redes sociales, para que se unan los que están fuera. Podemos creer que aún quedan esperanzas para nuestra tierra… y podemos estar seguros de que nadie nos va a regalar nada.

Querida Luci, muchas historias de los habitantes de Los Pedroches tienen su origen o su destino en la estación del mismo nombre y, un poco más allá, en un grupo de personas que nos animaron a luchar por ella. Otras, que pudieron ser hermosas historias, no llegaron a concretarse por falta de plazas o de paradas, por eso, este llamamiento no es para otro día de…Es mucho lo que debemos a la plataforma Que pare el tren. Su vigilancia, su constancia y su no entregarse jamás merecen nuestro agradecimiento y una respuesta clara y no se me ocurre otra que no sea asistir a su convocatoria.

Tú y yo siempre acudimos, con la banderola roja o por huevos o cada uno con su maleta y sé que no te perderás ésta por nada del mundo. ¡Allí nos vemos!

El domingo en Villanueva y siempre tuyo.