El Club Deportivo Pozoblanco certificó el domingo de manera matemática su ascenso a la nueva División de Honor, aunque lo hizo antes de jugar por la victoria del Antoniano, que garantizaba que la octava plaza era válida para ascender. Aunque la realidad es que el entrenador pozoalbense, Rafa Carrasco, daba por hecho el éxito la semana pasada. “En teoría, después de ganar al Ciudad de Lucena nos sentíamos metidos mirando como referencia a la novena plaza, porque al haber enfrentamientos directos ya no nos cogían”, asegura.

Como no hubo sorpresa alguna, así fue, sobrando dos partidos pues en una temporada que no ha sido ni mucho menos un paseo para los vallesanos. Para Carrasco el equipo “ha dado el 150 por ciento de sus posibilidades”. “Si no llega a ser por eso no estaríamos clasificados, más no les puedo pedir. Hemos tenido problemas todo el año con una plantilla de 15 o 16 futbolistas, que han sufrido lesiones y que nos ha hecho tirar del juvenil. La categoría estaba fortísima y había ocho o diez plantillas mejores que la nuestra a base de dinero, y nosotros lo hemos contrarrestado con la implicación de los chavales”, asumía.

Ahora competirán en la nueva División de Honor, una categoría que se presume bonita aunque dura también. “La mayoría de equipos que se han clasificado han estado en Tercera. Estamos hablando de equipos de cuatro provincias, lo que nos puede pillar a 400 kilómetros las salidas. Somos casi de los más perjudicados por las distancias, pero vamos a ver equipos como Cádiz B, Chiclana o Xerez que tienen solera».

El técnico cogió el equipo tras la destitución de Mario Rojas y pese al final feliz, asegura haber vivido una temporada larga y deja entrever su adiós. “Ahora mismo estamos esperando a acabar la liga, que es en casa y descansar un poco, que falta nos hace. Ha sido una temporada larga. Yo me levanto a las 5 y cuarto para ir a trabajar y me acostaba a la una de la mañana. Era casi un riesgo para mi vida porque el sueño aparecía. Hay que analizar y plantear muchas cosas», comenta.

Y es que «me hice cargo del equipo porque tengo un compromiso con el club y no podía decir que no». «Es verdad que cuando consigues el objetivo todo merece la pena, pero yo estoy muy cansado. Es cuestión de plantear las cosas, pero ahora no me planteo nada más que darme unos días de vacaciones”, concluyó.