El Torneo de Fútbol Base Ciudad de Pozoblanco encontró la consolidación hace tiempo y ahora con seis años a sus espaldas sigue demostrando su apuesta por el deporte de cantera. A lo largo de estos seis años, su carta de presentación le ha permitido ir creciendo y este fin de semana volvió a demostrar su buen estado de forma y Pozoblanco se convirtió en la sede de un torneo donde se dieron cita algunos de los mejores equipos del panorama nacional y como no podía ser de otra forma también hubo presencial comarcal. Dos clubes sobresalieron por encima del resto, el Real Madrid en categoría benjamín y el Atlético de Madrid en alevín tras vencer en sus respectivas finales y levantar el trofeo que les acreditaba como ganadores.

En categoría benjamín y tras la disputa de la fase de grupos, los cuartos de final midieron al Villarreal y Betis (1-0), al Real Madrid con la selección cordobesa de Los Pedroches (4-2), al Atlético de Madrid con el Granada (1-0) y al Don Bosco con el Málaga (0-1). En el camino hacia la final, el Real Madrid se deshizo del Villarreal en semifinales por un claro 4-0, mientras que el Atlético de Madrid tuvo más complicado su pase tras ganar al Málaga por 2 a 1. La final tuvo por tanto sabor madrileño con un derbi que se anotó el conjunto merengue tras ganar con un resultado de 3-0.

Ya en alevines, el Granada, el Málaga, el Real Betis y el Atlético de Madrid fueron los cuatro equipos semifinalistas tras dejar fuera a la selección cordobesa, al Córdoba, al Don Bosco y al Villarreal, respectivamente. El Málaga certificó su pase a la final tras golear 4-0 al Málaga, mientras que el Atlético de Madrid ganó por la mínima al Betis (0-1). La final entre el Málaga y el Atlético de Madrid finalizó con empate a uno tras el tiempo reglamentario, aunque la tanda de penaltis dejó el triunfo del lado madrileño.

La nota discordante

Aunque el torneo discurrió con total normalidad y con un reconocimiento al trabajo realizado por los voluntarios, hubo que lamentar un incidente protagonizado por uno de los padres que acudió a ver el torneo y que decidió increpar e incluso empujar al entrenador de su hijo, del Juventud Pozoblanco, por no estar de acuerdo con alguna de las decisiones tomadas por el mismo. Un lamentable incidente que por desgracia cada vez se da más en los campos de fútbol.