Las actividades enmarcadas en el logro de la certificación ‘Starlight’ para el cielo de la comarca de Los Pedroches arrancaron en el día de ayer con una jornada sobre «Contaminación Lumínica. Desde la eficiencia energética a la oportunidad de un cielo limpio«. Técnicos y profesionales de los diferentes ayuntamientos de la comarca, así como personas interesadas en esta materia acudieron ayer a una cita que tenía el objetivo de empezar la formación e información a los últimos responsables de la iluminación de los diferentes municipios y, por tanto, pieza clave para paliar esa contaminación lumínica.

La jornada contó con tres ponencias diferentes que abarcaron la visión multidisciplinar de la contaminación lumínica, la normativa y efectos de la misma y las oportunidades que ofrece el tener un cielo limpio tanto a nivel medioambiental como de desarrollo económico y generación de riqueza. La jornada fue inaugurada por la diputada de Medio Ambiente, Auxiliadora Pozuelo, y por el presidente de la Mancomunidad, Juan Díaz. Ambos hicieron hincapié en la necesidad de trabajar de manera conjunta y a través de iniciativas formativas para potenciar el cielo de la comarca, que está a la espera de una certificación que llegaría a finales del mes de diciembre.

Comenzó la jornada David Galadí, astrónomo del centro Astronómico Hispano Alemán (Observatorio de Calar Alto), que abordó la contaminación lumínica desde el punto de vista de la realidad física, es decir, de la producción de la luz artificial y su influencia en el paisaje haciendo referencia al ecosistema y a la salud humana. Galadí explicó que «cada vez hay más conciencia de la naturaleza del problema y de la necesidad de corregirlo pero seguimos a un nivel premoderno».

Por su parte, Ángela Ranea, técnica responsable en matera de contaminación lumínica de la consejería de Medio Ambiente, se centró en las oportunidades del cielo reclamando su influencia como fuente de conocimiento pero también «como motor de desarrollo económico y de generación de riqueza». «El problema de la contaminación lumínica es que es la gran desconocida porque no mata, a la gente si le influye el ruido o el tráfico pero estamos hablando de una contaminación silenciosa y de ahí que la problemática sea mayor», expuso.