El lunes de Pentecostés está señalado en el calendario de Villanueva de Córdoba como una fecha importante, ya que toca acudir al Santuario de la Jara para rendir culto a la Virgen de Luna y portar su imagen hasta la localidad. A pesar de lo avanzado del mes de mayo, esta vez la lluvia estuvo presente aunque eso no varió en exceso los planes de la cofradía ni tampoco de los centenares de ciudadanos que acudieron al santuario para disfrutar de un día de romería con más frío de lo normal.

Con un manto rojo y dorado y unos adornos florales en tonos rosas, la cofradía vistió a la Virgen de Luna para destacar en medio de la dehesa y a las doce de la mañana tenía lugar la tradicional procesión alrededor del Santuario, preámbulo de la eucaristía a la que asistieron los romeros. Después, tocó afrontar el camino de vuelta a Villanueva de Córdoba y aunque en un principio se sopesó adelantar la salida, no fue hasta las cuatro y media cuando se empezó un camino de diez kilómetros que culminó con uno de los momentos más mágicos de cada Lunes de Pentecostés, el encuentro de la Virgen con los vecinos de Villanueva ya en la localidad.

Los jarotes volvieron a salir a las calles para recibir a la que es su patrona y acompañarla hasta su entrada en la iglesia de San Miguel. Antes, los caballistas mostraron su respeto, se procedió a las ofrendas florales y el cielo se llenó de color con la función de fuegos artificiales que anunció la llegada de la Virgen de Luna a Villanueva donde permanecerá hasta primeros de octubre.

Con la Romería se pone fin a unos intensos días en la localidad jarota que celebró durante el fin de semana su “feria chica”, aunque el domingo 27 de mayo tendrá lugar la procesión de bienvenida a la Virgen de Luna, que este año contará con la presencia de los danzantes de San Benito de Obejo interpretando la singular ‘Bachimachía’, un baile ancestral que se lleva como hecho excepcional a Villanueva de Córdoba debido a la tradicional vinculación de las devociones de la Virgen de Luna con la de San Benito.