Proponía Modesto Sánchez en twitter a escasos minutos del inicio del pleno que «los ediles podían tener un detalle y deleitarnos con un villacinco que los hermane después de este año de sinsabores». Cayó en saco roto la petición de nuestro querido @chaplin. Igual es porque nuestros corporativos, o gran parte de ellos, dicen no tener twitter, no estar pendiente de esos temas, pero como son las cosas que de todo lo que se publica en esta red social se enteran. ¡Qué cosas! Los Reyes Magos igual deberían echarle a todos un curso en nuevas tecnologías para que diferencien entre foros, blogs, redes sociales y esas cosas en las que no creen, no tienen, pero de las que no se les escapa detalle.

Pues eso, que no hubo villancico, el cántico fue mucho más amargo en el apartado de ruegos y preguntas. Vaticinaba hoyaldia.com en el día de ayer que durante el pleno se hablaría de los procesos de contratación que se llevan a cabo en el Ayuntamiento de Pozoblanco y no nos equivocamos, lo sabía hasta el concejal que tenía que responder, César Bravo, que se llevó su respuesta bien preparada y detallada. Como viene haciendo en su cuenta de twitter desde hace unas semanas, Emiliano Pozuelo criticó y denunció que «en esta casa desde la concejalía de personal se contrata a quien le da la gana. Llevamos una racha en la que se preparan las ofertas genéricas para quien quiere el equipo de gobierno. Lo que está pasando en cuestiones de personal no tiene parangón al menos desde el año 2003″.

La respuesta de César Bravo fue inmediata y devolvió las acusaciones indicando que «solo hay problemas cuando no se ha elegido a la persona que el Partido Andalucista quería» y dejó claro que «los criterios los marca el concejal de personal, no se trata de a quien le toca sino tener al mejor candidato para esta casa». El intercambio estuvo duro pero nada comparado cuando Benito García pidió la palabra, porque Pozuelo hizo alusión al equipo de gobierno, e indicó que «nos está acusando de algo muy grave que vamos a consultar jurídicamente porque ha pasado el límite posible, nunca nadie ha actuado de forma tan beligerante, tan rastrera e inoportuna como viene haciendo usted y va a tener que demostrar algunas cosas».

No quedó más remedio que dar un turno de réplica y aquí Pozuelo fue algo más claro aprovechando la ayuda que le lanzó el propio César Bravo. «Usted mismo lo ha dicho, es el concejal el que marca los criterios y es a la hora de poner esos criterios cuando decide para quien es el puesto». Vino a echar más leña al fuego el concejal popular Manuel Cabrera que dijo estar de acuerdo con las afirmaciones de Pozuelo y denunció que «hay contratos que se sacan a posteriori de caducar el contrato para que la persona que estaba trabajando sea la elegida». Manuela Calero también intervino para apostar por las bolsas de trabajo, para que los candidatos que no sean elegidos se queden en esa bolsa para que no siempre entren los mismos y también por consensuar los criterios en la comisión de personal algo que «hace tiempo que no sucede». Y César Bravo cerró diciendo que en contratos de larga duración no quiere bolsas de trabajo para «no crear falsas expectativas». Pues puestos así que no se hagan selecciones de personal, porque cada vez que se va a una se está creando una expectativa.

Y entre tanto… sonó la flauta

Lo lamentable de esta situación es que se deja la sensación de que solo unos pocos afortunados pueden entrar en esa «santa» casa, que por otro lado es casi mejor ver desde lejos. Tanto unos como otros deberían trabajar conjuntamente para consensuar criterios en temas tan delicados como son las selecciones de personal en unos tiempos como los que corren. Igual en 2014.

Y aunque no hubo villancico para hermanar, creo que hubo un guiño para limar asperezas. A la concejala no adscrita, Josefa Márquez, se le contestó una pregunta de un pleno pasado y a cuatro de las cinco que realizó durante su turno en la sesión de ayer. ¡No me digan que no creen en el espíritu navideño! En fin, que dijimos adiós a un 2013 en lo que a plenos se refiere con amenazas, insultos y acusaciones. Lo de casi siempre, vamos.