El sindicato de enfermería Satse ha denunciado públicamente la crítica situación que atraviesan los centros sanitarios de Córdoba capital y provincia ante el agotamiento de las bolsas de empleo del Servicio Andaluz de Salud (SAS), lo que impide cubrir las necesidades mínimas del plan de vacaciones. Esta situación afecta de lleno a hospitales como el Reina Sofía, y a los centros de Cabra, Pozoblanco, Montilla, Puente Genil, Peñarroya y Palma del Río, así como a los Distritos de Atención Primaria.
El sindicato ya había advertido que la falta de actualización de las bolsas, unida a la precariedad de las ofertas laborales del SAS, empuja a las enfermeras cordobesas a buscar oportunidades en otras comunidades autónomas donde se ofrecen contratos más estables, mejor remunerados y con condiciones laborales más dignas. El sindicato estima que actualmente hay más de 400 enfermeras cordobesas trabajando fuera de Andalucía, y de la última promoción de egresadas hace unos días, tres de cada cuatro han emigrado directamente tras finalizar su formación.
Ante esta fuga de talento, las direcciones de los centros sanitarios se han visto forzadas a activar convocatorias públicas extraordinarias para poder contratar enfermeras, una medida que solo puede adoptarse legalmente cuando las bolsas oficiales se encuentran agotadas. Estas convocatorias permiten que nuevos candidatos presenten su solicitud, junto con la documentación y méritos exigidos.
Ante esta situación el Hospital Reina Sofía se ha visto obligado a realizar convocatorias extraordinarias para captar enfermeras y matronas, igual que el Área sanitaria Sur y Norte de Córdoba, asegura el sindicato.
Satse lamenta «que cada verano se repita el mismo caos, sin que la administración sanitaria tome nota de los errores del pasado. «Es un problema de gestión, no de imprevisión. Lo advertimos todos los años y el SAS no aprende: oferta contratos más cortos, con peores condiciones laborales y a última hora, mientras otras comunidades ya han cerrado contrataciones en mayo o junio más atractivas», denuncia el sindicato.
Efectos en la atención sanitaria
Para el sindicato, esta falta de personal se traduce en una merma directa en la calidad asistencial que reciben los pacientes. Plantas hospitalarias que deberían tener tres enfermeras solo contarán con dos, y algunos servicios funcionarán con plantillas mínimas. La sobrecarga asistencial forzará a los profesionales a priorizar lo urgente frente a lo demorable, lo que implicará retrasos en la administración de tratamientos, atención a timbres y respuesta a familiares. Pedimos comprensión a la ciudadanía, ya que la buena voluntad de los profesionales no puede suplir la falta de personal.
En Atención Primaria, la situación también es crítica: en muchos centros, el 40 por ciento de la plantilla está de vacaciones, por lo que el 60 por ciento restante debe asumir el 100% de la carga asistencial, lo que tensiona aún más el sistema.
El personal de enfermería afronta el verano con altas temperaturas, estrés, agotamiento físico y emocional, y un riesgo real de errores derivados de la sobrecarga. «Ningún profesional quiere equivocarse, sabemos que trabajamos con personas. Pero el sistema nos empuja al límite», advierte SATSE.
Por todo ello, Satse exige «una planificación seria y responsable que garantice la cobertura del cien por cien de las plantillas durante el verano, con ratios seguras de enfermeras por paciente. No solo está en juego la salud laboral del personal, sino la calidad y seguridad de la atención sanitaria que merece la ciudadanía».
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