El terremoto originado en el seno del equipo juvenil del CD Pozoblanco por los incidentes protagonizados por jugadores en el partido amistoso que midió a los pozoalbenses con el CD Juanín y Diego se ha quedado, finalmente, en una mera alarma o aviso a navegantes. Una pelea inicial entre dos jugadores, uno de cada equipo, finalizó en una «batalla campal», según el entrenador del CD Pozoblanco, Manuel Acaíñas, que presentó su dimisión en una dura carta de la que este medio se hizo eco.
La situación originada tras el comportamiento de los futbolistas implicados y la decisión del técnico llevó a una reunión que tuvo lugar el martes 9 de septiembre, dos días después de conocerse la renuncia. La grave situación descrita por Acaíñas no tuvo ni ha tenido respuesta pública en este tiempo por el club, que ha optado por un silencio que ahora ha roto confirmando la continuidad del técnico al frente del equipo juvenil.
En un comunicado oficial, el club pozoalbense anuncia esta decisión sin mencionar los hechos que motivaron la dimisión del entrenador y sin entrar a valorar ninguno de los comportamientos hechos públicos por el mismo. Así, el texto indica que la dimisión no fue aceptada por la junta directiva por lo que «se puso de inmediato a trabajar para reconducir la situación». Precisa ese comunicado que en la reunión antes citada el técnico y el club «expusieron de manera clara su postura y, tras un proceso de diálogo y reflexión se decidió, por unanimidad, que Manuel Acaíñas es la persona idónea para seguir dirigiendo al equipo juvenil».
El club agradece a todas las partes su «implicación y compromiso» y se muestra convencido de que «esta continuidad permitirá seguir trabajando con la misma ilusión y esfuerzo en beneficio del equipo y, por supuesto, respetando los valores del deporte».
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