Córdoba acogió el sábado 25 de octubre el primer acto de reconocimiento y reparación a deportados a campos de concentración nazis que otorga el Gobierno de España. La sede de la Subdelegación del Gobierno fue el escenario donde se reunieron familiares de veintitrés deportados andaluces, familiares que recogieron la declaración de reconocimiento y reparación en un acto marcado por la emoción y la emotividad. Presidido por el secretario de estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez, el acto estuvo organizado de la mano de la Asociación Triángulo Azul Stolpersteine, que realizó en este marco la entrega de los premios Mistoria 2025. Del mismo modo, acudieron los subdelegados del Gobierno de Córdoba, Jaén y Málaga, Ana María López, Manuel Fernández y Francisco Javier Salas, respectivamente.
La presidenta de la asociación, Cristina García, realizó un discurso cargado de fuerza en el recordó que «la Transición tampoco devolvió la dignidad en forma de reconocimiento a estos hombres y mujeres, hasta hace apenas unos años. Sus familias se habían resignado a mantener sus nombres y sus recuerdos a nivel familiar, pero sin ninguna esperanza de obtener un reconocimiento por parte de las instituciones o de sus vecinos y vecinas. Por eso, hoy, es un día de júbilo, porque nos reunimos en un acto que trasciende lo ceremonial, un acto de memoria, de justicia, de dignidad y de responsabilidad«. Después, uno a uno, los nombres de los veintitrés deportados andaluces a campos de concentración nazis, con parte de sus historias, resonaron en el salón y sus familiares recibieron la declaración de reparación con las emociones a flor de piel.
La memoria hizo lugar a las historias de Ángel Ramírez Muñoz, Rufo López Romero, Antonio Herzog Cot, Francisco Sánchez López, Eusebio Crespo Díaz, Eugenio Sánchez Ribera, Miguel Sánchez Medina, Juan Caballero Olmo, José Bravo Alarcón, Juan Serrano Bruno, Alfonso Marín Córdoba, Pedro Nolasco Gil, Manuel Camacho Jiménez, Juan Manuel Fernández Colmenero, Hirilio Peña Córdoba, Virgilio Peña Córdoba, Antonio Arroyo Zamora, José Porras Clemente, Diango Jándula Arenas, Félix Paredes Consuegra, José Molina Cost, Rafael Juan Montero y Francisco García Muriel. Hijos, instantes especialmente emotivos, nietos, bisnietos o sobrinos-nietos recogieron cada una de las declaraciones, momento en el que la memoria cerró alguna herida.
Francisca Gálvez, sobrina nieta de Juan Serrano Bruno, deportado de Mengíbar, puso palabras a las emociones hablando en nombre de todos los familiares. «Hoy es un gran día, un día que llega tarde, pero que recibimos con mucho orgullo en nombre de quienes fueron víctimas de un golpe de estado y de la dictadura, que sufrieron un exilio forzoso y una deportación a campos de concentración nazis simplemente por razones ideológicas y políticas», apuntó. Memoria, justicia, reconocimiento y reparación, esas fueron las palabras a las que aludió para expresar los sentimientos de los familiares porque «la memoria no abre heridas, las cierra».
Con la música del ‘Dúo Metha’ interpretando varias piezas’ que ahondaron en esa emoción, el acto de entrega de las declaraciones finalizó con la intervención del secretario de estado de Memoria Democrática que puso de relieve que «hacía falta que este acto llegara». Fernando Martínez detalló que la declaración incluye el reconocimiento como víctimas, una declaración de ilegalidad de las condenas de todos los tribunales franquistas, así como que todas las sentencias han sido anuladas por la ONU. «Las víctimas nunca perdieron la dignidad, pero con este acto se le devuelve la dignidad institucional», alegó frente a los familiares. Y en la recta final de su discurso alertó: «Hoy ellos nos harían un llamamiento, nos dirían que estuviésemos alerta, que las libertades nos ha costado muchísimo conquistarlas, pero se pueden perder en cualquier momento».
Premios Mistoria 2025
Posteriormente, la Asociación Triángulo Azul Stolpersteine dio a conocer los finalistas y ganadores de los Premios Mistoria 2025, convocados por primera vez y que pretende sensibilizar de manera preventiva frente a la intolerancia, el odio y la violencia; motivar a la ciudadanía a reflexionar y dialogar sobre memoria y derechos humanos; y poner en valor la iniciativa y el esfuerzo de centros educativos, ayuntamientos y otras entidades en su apuesta por la memoria como pilar fundamental de la democracia y los derechos humanos. Así, los premios fueron a recaer en el IES Trassierra en la categoría de centro educativo, con el IES Cárbula de Almódovar del Río como finalista; en el Ayuntamiento de Posadas en la categoría de ayuntamientos, con el Belmez como finalista; y Julia López, periodista y directora de este periódico, como persona que trabaja por la difusión de la memoria, con el investigador Juan Crespo como finalista. Julia López tomó la palabra en nombre de los premiados y finalistas señalando la importancia del municipalismo, los medios de comunicación y la educación en la construcción de la memoria democrática y colectiva.



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