La empresa Argot Flamenco anda inmersa en un proyecto que se sale de su actividad habitual, la producción de espectáculos flamencos, pero que le permite seguir vinculada al mundo de la cultura ligándolo con el sector primario. La empresa pozoalbense está inmersa en la realización de un libro que recoja todo el patrimonio creado en torno al que ha sido uno de los motores económicos de la zona, el olivar de sierra. La base de la propuesta se cimentara en los testimonios orales de personas que han vivido la evolución de la recogida de aceituna y que permitan acercarse a las formas de recogida antiguas, pero también a todo lo que implicaba vivir en los cortijos durante los periodos de recogida.
«Queremos recoger las voces de quienes vivieron en la sierra, cuando se recogía la aceituna a mano, cuando las familias pasaban meses enteros en los cortijos, y cuando el esfuerzo y la tierra eran una sola cosa. Es un patrimonio cultural que no puede perderse», explica la responsable de Argot Flamenco, Pilar Fernández. El libro nacerá bajó el nombre Sus raíces son las nuestras.
La idea surgió de las conversaciones con mayores que aún conservan recuerdos vivos de aquellos inviernos duros, del trabajo diario y de las pequeñas alegrías del campo. Fragmentos de vida que hablan del sacrificio y el trabajo de una época en la que el olivar de montaña sustentó a decenas de familias.
El proyecto no solo busca recopilar relatos orales, sino también fotografías, utensilios, vestimentas y herramientas de aquel tiempo: prensas de aceite, dediles, mandiles de aceitunera, o cestas o varas de varear. «Queremos que el libro muestre cómo era la vida en el olivar: los oficios, las costumbres, la manera de vestir, y hasta los objetos cotidianos que usaban quienes trabajaban el campo», explica Fernández.
Una cultura en peligro de olvido
Durante décadas, el olivar de montaña fue la principal fuente de sustento de las familias de la comarca, hombres y mujeres trabajaban entre pendientes imposibles, recogiendo aceituna del suelo, soportando el frío y la lluvia. Hoy, esa forma de vida se desvanece. La mecanización y el abandono de ciertas zonas han dejado en peligro una parte del patrimonio rural más auténtico de Andalucía. «Ya no se recoge la aceituna como antes, hay una historia que debemos contar a las generaciones futuras», reivindica la promotora.
El equipo impulsor ha pedido la colaboración de ayuntamientos, cooperativas, la Diputación de Córdoba y la Junta de Andalucía para que el proyecto vea la luz. «Esto es nuestro, es cultura, es identidad. Si no lo recogemos ahora, se perderá para siempre», subraya Fernández. El libro aspira a convertirse en un documento vivo, con fotografías, testimonios y reflexiones que permitan comprender la importancia del olivar de sierra no solo como economía, sino como forma de vida.
El proyecto arrancará en noviembre, cuando comiencen las entrevistas a personas mayores. Además de grabar sus testimonios, se documentarán los lugares donde vivieron y trabajaron, las fincas, las prensas antiguas y los utensilios que aún se conservan «Este libro es un homenaje a nuestras abuelas y abuelos, a quienes se dejaron la piel en el campo. Ellos hicieron posible que hoy sigamos disfrutando del aceite y del paisaje que tenemos», concluye Fernández.
 
																												


 
		 
			 
			 
			
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