La Fundación Prode conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad con un día de convivencia y con la entrega del reconocimiento ‘Amigo de Prode’, que este recayó en la Diputación de Córdoba. Durante el día de convivencia también se homenajeó a las personas jubiladas recientemente y a aquellos que cumplieron veinticinco años formando parte de la trayectoria de la Fundación. Todo ello, en un día donde las propuestas de ocio, musicales y baile fueron las protagonistas en una gala celebrada en el ‘El Silo’. El encuentro contó con la participación de más de 800 personas, entre ellas personas usuarias, familias, profesionales, voluntariado y otras vinculadas a la entidad. 

La Diputación de Córdoba fue distinguida durante el acto por su apoyo continuado a iniciativas de inclusión social y laboral, que han permitido impulsar proyectos esenciales para mejorar la empleabilidad y la participación comunitaria de personas con discapacidad y en situación de vulnerabilidad. 

Blas García, presidente de Fundación Prode, expresó su agradecimiento a la Diputación de Córdoba y subrayó que «no se trata de una colaboración puntual, sino de un compromiso sostenido en el tiempo que ha permitido generar un impacto real y transformador». Además, resaltó que «este apoyo ha facilitado la mejora de la empleabilidad de las personas con discapacidad, el desarrollo de itinerarios personalizados y la creación de oportunidades laborales difíciles de alcanzar sin esta cooperación». Del mismo modo, señaló que «esta alianza resulta fundamental para mantener la actividad de la entidad en los distintos centros de Córdoba y continuar impulsando proyectos en otros puntos de Andalucía». 

Por su parte, el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, expresó su agradecimiento a la Fundación por el reconocimiento recibido, subrayando que «este premio no es individual, sino fruto de décadas de colaboración». También destacó el origen del proyecto, impulsado hace más de cuarenta años por un grupo de familias comprometidas, y puso en valor el legado de Blas García Rodríguez, a quien reconoció como uno de los grandes referentes del movimiento. Por último, puso en valor «el talento, creatividad y determinación de las personas con discapacidad, protagonistas del acto».