CSIF se hace eco del enorme malestar existente entre plantilla del Ayuntamiento de Alcaracejos y sus organismos autónomos por la situación laboral que atraviesa desde hace años como consecuencia del incumplimiento por parte del Consistorio de obligaciones legales básicas, «una coyuntura que genera inseguridad jurídica, desigualdades y un evidente deterioro de las condicionales de trabajo». El sindicato anuncia que estos profesionales iniciarán un calendario de movilizaciones por este motivo.

La plantilla municipal señala que uno los problemas principales es la inexistencia de una relación de puestos de trabajo (RPT), un instrumento obligatorio en todas las administraciones públicas que permite ordenar los puestos, definir funciones establecer retribuciones de forma objetiva y garantizar la transparencia. A pesar de su carácter legalmente exigible, el Ayuntamiento, que contrató a una empresa externa para realizarla tras el proceso de estabilización de sus empleados públicos en marzo de 2024, la tiene paralizada desde hace un año basándose en argumentos económicos poco sólidos. 

Desde CSIF se apunta que esta ausencia de regulación objetiva está dando lugar a diferencias retributivas difíciles de justificar, así como a una falta de coherencia entre categorías, grupos y escalas profesionales, algo que preocupa especialmente a los trabajadores. Los empleados y empleadas municipales consideran que los salarios y las condiciones deben regirse por criterios técnicos, públicos y transparentes, y no por decisiones discrecionales, mientras que una RPT permitiría eliminar cualquier posible arbitrariedad y garantizar el principio de equidad laboral.

A esta circunstancia, según el personal del consistorio pedrocheño, se suma el bloqueo en la negociación del convenio colectivo, cuyo plazo de renovación ha finalizado sin que se haya alcanzado acuerdo alguno en la correspondiente mesa negociadora debido a la falta de respuesta por parte del Gobierno municipal ante las propuestas presentadas por la parte laboral en plazo y forma acordados. El sindicato recuerda el actual convenio se encuentra claramente desfasado y no responde a la realidad laboral actual, ni a las necesidades del personal municipal.

Desde la plantilla también se denuncia que esta falta de regulación provoca desigualdades, indefinición de funciones, sobrecarga de trabajo y un deterioro progresivo de su salud mental, ya que, a pesar de la falta de reconocimiento de sus derechos como empleados públicos, el nivel de compromiso y ética laboral de los trabajadores municipales no se ha visto mermado.  El personal municipal ha trasladado en numerosas ocasiones esta situación al equipo de Gobierno municipal, el cual, hasta la fecha, sólo ha dado respuestas con promesas que no llegan a convertirse en realidad.

Este periódico se ha puesto en contacto con el alcalde de la localidad, José Luis Cabrera, que ha asegurado que «la voluntad del equipo de gobierno es aprobar el convenio y la RPT y proporcionar estas dos herramientas ajustadas a las necesidad que tiene el municipio«.