El último pleno de carácter ordinario del Ayuntamiento de Pozoblanco se saldó con la aprobación de la Cuenta General 2024 sin que hubiera unanimidad porque el equipo de gobierno volvió a quedarse solo, aunque su mayoría absoluta es suficiente para no necesitar ningún voto. El PSOE y el concejal Gerardo Arévalo optaron por la abstención, mientras que IU se inclinó por votar en contra. 

El alcalde de la localidad, Santiago Cabello, fue el encargado de dar los detalles de esa una Cuenta General que arroja un «saldo positivo» superior a los 2,4 millones de euros y unos remanentes de tesorería para gastos generales de 8,4 millones de euros. Cabello destacó que la deuda del Consistorio «se mantiene a cero desde hace dos años” y con estos datos aludió a que “somos uno de los ayuntamientos más saneados de la provincia y eso nos da garantía para afrontar el futuro de Pozoblanco, para poder hacer actuaciones, inversiones y actividades».

Por su parte, los grupos de la oposición no respaldaron esa cuenta y mientras que el PSOE y el concejal Gerardo Arévalo optaron por la abstención, IU lo hizo por votar en contra. El portavoz de IU, Emmanuel Vioque, defendió que «las cuentas reales del Ayuntamiento es que hemos gastado 18,5 millones y hemos ingresado 18,3 millones, esas son las cuentas reales». Siguiendo el orden de intervenciones, Gerardo Arévalo dijo no poder votar en contra pero tampoco a favor de algo que «sería un aval político de una gestión que aumenta el gasto en comunicación, clientelismo y electoralismo».

Por último, el portavoz socialista, Rafael Villarreal, no estuvo de acuerdo con los datos presentados por el primer edil y su «buena gestión» aludiendo a las “sucesivas” prórrogas que se vienen solicitando para los planes provinciales lo que «indica que no son capaces de gestionar ni las subvenciones que vienen no porque las consigan, sino porque se las dan a todos los municipios de la provincia«.

Ruegos y preguntas

El apartado de ruegos y preguntas dejó en enésimo enfrentamiento entre el equipo de gobierno y su ex compañero Gerardo Arévalo al que se le acusó de «haber acusado verbalmente» a la concejala Anastasia Calero, una acusación que realizó el concejal de Deportes, Agustín Cantero. Lo hizo después de que Arévalo realizara un discurso donde criticó el trabajo y la labor realizada por el equipo de gobierno y les acusara de lo que ya hizo en su argumentario en el debate de la Cuenta General, el de crear una red de clientelismo. Arévalo no pudo defenderse de las acusaciones porque no hubo un segundo turno de palabras más allá de para celebrar las fiestas navideñas. 

Dejando a un lado el rifirrafe político, el apartado de ruegos y preguntas también sirvió para saber que no hay fecha para que los presupuestos de 2026 se debatan en el pleno, entre otras cosas, por las bajas que hay en el departamento de Intervención.