El Pozoblanco sumó ayer domingo su sexta semana consecutiva sin ganar. Un dato que sustentó la primera pregunta post partido al técnico del equipo pozoalbense, Alberto Fernández, que dio una respuesta sobre la que giró el resto de la rueda de prensa: «A lo mejor lo que tengo que hacer es salir yo de aquí».
Ante la sorpresa de los periodistas, Fernández insistió en que «a lo mejor la solución es que yo salga de aquí, como llevamos seis partidos sin ganar, a lo mejor esa es la solución». El entrenador defendió que su equipo fue mejor tanto en la primera como en la segunda parte y volvió a reiterar que «por eso digo que a lo mejor sobro yo, porque veo las cosas diferentes».
Respecto a si se ve con posibilidades de cambiar el rumbo de estas últimas semanas, el preparador indicó que «no lo sé, visto lo de hoy, no sé si puedo cambiar el rumbo». Algo cabizbajo y venido abajo por el resultado adverso, Fernández lamentó que «es el colmo del despropósito, el que no quiera ver la realidad que no la vea. Es muy difícil, todos los días pasa algo, tengo un montó de bajas, el campo iba para quince días y llevamos ya dos jornadas sin poder jugar».
Sin querer recurrir a excusas, el preparador señaló que «los dos únicos partidos que hemos perdido en casa han sido aquí, en el campo de la Ciudad Deportiva». «No puedo trabajar más, no puedo preparar los partidos más de los que los preparo, quizás la idea mía no sea la correcta. Digo lo que va a pasar y sigue pasando. Se ha hecho todo, pero te mente un gol de falta de 35 metros y en la última jornada no cortamos en origen, se nos meten hasta la portería y nos hacen gol», lamentó.
Otra de las cuestiones por las que fue preguntado el técnico fue por la profundidad de banquillo y es que los goles del Atlético Central llegaron por parte de dos jugadores que entraron en la segunda parte. «La remontada llega por dos goles que hacen dos jugadores que salen del banquillo», reprodujo. Finalmente, volvió a indicar que «igual tiene que venir otra persona, si el problema soy yo me tendré que ir, es más fácil que se vaya uno a diecisiete», sentenció.




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