Contexto. Córdoba y su entorno natural en Los Pedroches son un testimonio viviente de la riqueza cultural que ha marcado la historia de España. Sin embargo, es en este mismo contexto donde descubrimos una paradoja: un vasto legado artístico que, por diversas razones, sigue sin ser aprovechado, en su potencial. Entre las joyas que esta tierra guarda, la obra de Aurelio Teno brilla con luz propia, no solo como escultor de renombre internacional, sino también como un faro de lo que el arte puede lograr cuando se le da espacio para florecer. 

Aurelio Teno, un escultor universal que conecta culturas. Aurelio Teno no es solo un nombre que pertenece a Córdoba o a España, su arte es hoy y ahora del mundo. Internacional. A la misma hora, que estás leyendo esto (según la hora, claro) alguien pasea frente al Kennedy Center, el Centro Cultural Nacional de los Estados Unidos, viendo una obra de tu paisano. Su trabajo toca el alma de personas en todo el mundo, no sólo en Estados Unidos, donde reside su obra más monumental, el «Quijote de Aurelio Teno de Washington», sino también en Argentina, Dinamarca e innumerables puntos del globo terráqueo donde ha llegado su obra, también, de pequeño formato. En concreto esta obra de “Quijote a lomos de Clavileño” erigida a los pies del Centro Cultural Nacional de los Estados Unidos, crea un puente simbólico de 6,105 kilómetros con la capital estadounidense. Claro ejemplo de cómo el arte conecta a culturas distantes, pero también pone de manifiesto una gran oportunidad desapercibida y puesta de manifiesto en este artículo ¿por qué no estamos aprovechando en Pozoblanco, Córdoba, Andalucía, y España esta conexión cultural para fortalecer los lazos y dar visibilidad a este legado y a la comarca? 

Mi experiencia con Aurelio Teno: Soy Francisco Lucena Toledano, productor audiovisual, y tuve el honor de trabajar durante dos años y medio con Aurelio Teno en la grabación de un documental (aún inédito) sobre su vida así como en la fotografía de su impresionante colección privada. Esta experiencia me permitió ser testigo de su genialidad, de su fuerza compositiva y también de la humildad que lo caracterizaba, y me reafirmó en algo: su legado es más que una obra de arte, es un símbolo de lo que podemos lograr cuando el arte y la pasión se entrelazan. Y hace falta poner más pasión y menos odio por algo que es ya de todos y todas. 

A través de mi trabajo con Aurelio, pude entender profundamente la relevancia de su arte. Este artículo no es una crítica, sino una invitación a aprovechar el gran potencial que tenemos ante nosotros. 

El Monasterio de Pedrique: un espacio por disfrutar. El Monasterio de Pedrique, situado en la serena naturaleza de Los Pedroches, es mucho más que un edificio histórico. Fue el hogar de Aurelio, de Aurelio Teno, durante muchos años y el lugar donde desarrolló parte de su legado. Este espacio es el corazón de su obra, un centro cultural vibrante que no solo debería preservar el legado de Teno, sino también impulsar a nuevas generaciones de artistas, pensadores y soñadores. Recuperar este espacio no es solo un acto de conservación, sino una inversión en el futuro de nuestra cultura. De hecho, hay mucho dinero público invertido ya en estas instalaciones para este fin. 

Un llamado a la acción positiva: Si algo nos ha enseñado la vida de Aurelio Teno es que el arte tiene el poder de cambiar el mundo, de abrir puertas y corazones. La oportunidad está en manos de Pozoblanco de transformar el Monasterio de Pedrique en un centro de referencia cultural y artístico que atraiga tanto a visitantes locales como internacionales, y que brinde a los artistas de hoy un espacio para seguir creando. 

Lo que hoy falta no es infraestructura, que la hay, sino una visión compartida de lo que podemos hacer con los tesoros que tenemos. Tenemos un puente cultural que conecta el monumental «Quijote de Washington» con su provincia de origen, Córdoba. ¿Por qué no construir más puentes como este, que conecten a Pozoblanco, Córdoba, Andalucía y España con el mundo a través del arte? 

Telúrico. El arte tiene el poder de transformar, de inspirar y de conectar. El arte telúrico de Aurelio Teno es un claro ejemplo de cómo una sola figura puede llevar el espíritu de una tierra a todos los rincones del mundo. Hoy, más que nunca, es el momento de reactivar su legado, de crear nuevos espacios que celebren su obra y de reconocer colectivamente su importancia como un faro cultural que no solo ilumina el pasado, sino que también ilumina el camino hacia el futuro. 

Es hora de que el Monasterio de Pedrique se convierta en un símbolo de nuestra capacidad para revitalizar, renovar y dar vida no sólo al arte, sino con arte, en lugar de quedarnos atrapados en el inmovilismo. Para no disparar al pie indefinidamente, sigamos el ejemplo de Aurelio Teno Teno: sigamos creando, soñando y conectando. 

 

Autor: Francisco Lucena Toledano. Productor audiovisual en Madeincordoba.net. Alumno y colaborador de Aurelio Teno entre 2010 y 2013.