Autismo Córdoba está más presente en la comarca de Los Pedroches desde el martes 21 de octubre con la apertura de su sede en Alcaracejos, un acto que sirvió para dar a conocer este recurso, pero también para poner el foco en el Trastorno del Espectro Autista (TEA) de la mano de la presidenta de la asociación, Francisca Suárez, que habló de inclusión, de compromiso y de la necesidad de que las administración se impliquen en conseguir esa plena inclusión. 

Autismo Córdoba lleva más de tres décadas trabajando por la inclusión y el reconocimiento de los derechos de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). A lo largo de estos años, la asociación ha sido clave en la creación de recursos como las Aulas TEA en los centros educativos y los programas de atención temprana, aunque todavía —reconocen— queda mucho camino por recorrer.

«Hace cuarenta años no había nada. Hoy hemos avanzado mucho, pero aún faltan recursos, sobre todo para la etapa adulta», recuerda Suárez. «Las administraciones suelen ir por detrás de las necesidades reales. Las asociaciones estamos para acompañar, pero también para exigir que se cumplan los derechos de las personas con TEA», apunta, 

Retos pendientes: del aula al empleo

Uno de los grandes desafíos, subrayan desde Autismo Córdoba, es la transición a la vida adulta y laboral. «Cuando se habla de autismo, la mayoría de la gente piensa en niños, pero los niños crecen, y los problemas también», advierte. La asociación reclama centros de día específicos y más programas de empleo adaptado, ya que actualmente ni siquiera existe un centro de estas características en toda la provincia.

A pesar de las dificultades, el trabajo conjunto entre asociaciones, administraciones y empresas empieza a dar resultados. Una de las experiencias más positivas ha sido un reciente programa de formación en el que varios jóvenes con TEA realizaron prácticas en empresas locales. «Ha sido una experiencia muy gratificante, tanto para los chicos como para las empresas, que se han sorprendido al ver de lo que son capaces cuando se les ofrece una oportunidad», explica Francisca Suárez.

En el aula también señala problemas como la insuficiencia de profesionales para una atención que permita una educación eficaz, a la vez que señala las diversas casuísticas que se presentan en el Trastorno del Espectro Autista por lo que no todas las personas necesitan la misma atención o herramientas. 

Concienciar para avanzar

La presidenta de Autismo Córdoba insiste en que el autismo no es una enfermedad, sino una condición con la que se nace, y que comprenderlo requiere empatía y conocimiento. «Ellos procesan la información de forma diferente, no peor. Es una forma válida de entender el mundo. Lo importante es adaptarnos a sus necesidades y fomentar la inclusión real», detalla. 

Con la apertura de esta nueva sede en Alcaracejos, la asociación da un paso más hacia ese objetivo: acercar los apoyos, visibilizar la diversidad y reforzar la red de atención en el entorno rural. Y lo hacen de la mano de profesionales formados en autismo algo de «vital importancia» para que el trabajo que se desempeñe consiga los frutos que se buscan.