«Esto está ocurriendo aquí y ahora, un genocidio televisado en vivo y en directo, en Gaza, donde el tiempo se vuelve pesado y donde deambulan las sombras de los niños que iban a la escuela y que tenían sueños. Y hoy esos niños están devorados por una hambruna que les encoge los órganos y el corazón y son ignorados por unos derechos humanos que están ausentes y que los están matando. Y aquí estamos, toda la gente de Los Pedroches, todas las personas que hemos venido a título personal, porque no podemos más, porque todos y todas somos Gaza, porque queremos gritar bien fuerte para que esto pare, porque no permitiremos que muera Palestina, porque cada guerra, cada masacre que permitimos, con ello muere nuestra conciencia y muere nuestra humanidad». Esas han sido las primeras palabras de la concentración en contra del genocidio de Palestina, una cita secundada en la tarde de hoy miércoles por centenares de personas en Pozoblanco.
Banderas de palestina, pancartas pidiendo poner fin a la «masacre» y una hilera de zapatos de quienes ya no podrán volver a usarlos más. En una tierra donde las movilizaciones cuestan, el bulevar de la avenida Villanueva de Córdoba ha reunido a centenares de personas que se niegan a mirar hacia otro lado ante la política de destrucción impuesta por el gobierno de Israel. Y todo bajo una premisa: «Israel no es Netanyahu. Muchos israelíes son contrarios a sus políticas criminales de exclusión y exterminio. Los palestinos no son tampoco Hamas. No son terroristas que matan civiles. Quieren vivir en paz y ver crecer a sus hijos. No. Son dos pueblos que luchan. Son dos organizaciones criminales las que juegan con nuestras vidas, las de los palestinos y los judíos», como indicaba el manifiesto leído por María Jesús Sánchez Raya, investigadora en Historia Militar.
«Esta tarde nos reunimos aquí para expresar nuestra protesta y nuestro dolor ante el genocidio que sufre el pueblo palestino desde 1948, que ha desembocado en una solución final, copiando el mismo modelo de la Shoah del Holocausto, el genocidio experimentado por la población judía centro-europea en los años del nazismo», así iniciaba un manifiesto donde se ha reflejado que «no es una guerra, es un exterminio proyectado y llevado a cabo con total sangre fría sobre población civil y desarmada. Especialmente orientado a los niños, que son el futuro de cualquier comunidad, pues ellos son un objetivo prioritario para el gobierno criminal de Netanyahu». «Y nos preguntamos, ¿qué podemos hacer? ¿Cómo podemos detenerlo? Actualmente Israel es uno de los principales suministradores de material bélico a Europa. Es en este caso cuando el genocidio palestino se convierte en un tema político español y europeo, y el motivo de que buena parte de las cancillerías europeas callen y apoyen a Israel», proseguía Sánchez Raya.
En la parte final, la investigadora dejó claro que «hoy son ellos, los palestinos, los que sufren. Mañana seremos también nosotros, porque también nosotros somos peones en su juego. Hay que parar, hay que parar a los criminales. Después de muchas décadas de estudio de la historia militar he sacado una conclusión muy clara: las guerras y los conflictos no son de los pueblos, sino de sus dirigentes. Son a ellos a los que debemos culpar y es nuestra responsabilidad como ciudadanos defender nuestro derecho a la paz y a la convivencia con otros pueblos. No queremos la guerra porque ninguna guerra ha sido nunca la solución de nada, sino causa de sufrimiento y destrucción y de que unos cuantos, muy pocos, saquen provecho de la sangre derramada de otros y por otros. Así que nos reunimos aquí para pedir al gobierno español que lleve su esfuerzo hasta donde sea posible, que no desmaye ni ceda ante la amenaza, que siga luchando».
«Nosotros presionaremos, nos manifestaremos, haremos todo lo que esté en nuestras manos para detener este horror y nos mantendremos firmes ante la oscuridad que viene. Tenemos esperanza y no nos rendiremos hasta que Gaza y los rehenes israelíes estén a salvo. La paz es patrimonio de todos, luchemos por ella, no al genocidio palestino», finalizaba el manifiesto que dejaba paso, posteriormente, a la lectura de un poema de Vicente Aleixandre. La cita de Córdoba con Palestina ha sido convocada en Pozoblanco por varias asociaciones: Ventana Abierta, Acuide, la plataforma en Defensa de los Mayores, Unidos por el Agua, Peludos Los Pedroches, la asociación vecinal ‘Quercus Azuel’, además de PSOE e IU.
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