Aunque el partido en Torrelavega supuso un frenazo importante en el buen momento del Balonmano Pozoblanco, que al perder se condenó a seguir remando hacia la salvación cuando casi podía vislumbrar la orilla, en el seno del club vallesano se mantiene alta la ilusión esta semana. Aunque el visitante no es otro que el líder, el Barcelona B, los pozoalbenses están convencidos de poder plantarles cara en el fortín del Juan Sepúlveda.

Ayuda a ello dos buenas noticias. Primero, que la lesión de Agus Casado en el pasado envite no reviste tanta gravedad como parecía en un principio. Los exámenes médicos han revelado que el jugador sólo sufría un pequeño bloqueo articular en el tobillo, por lo que ni siquiera está descartado para mañana. Si no pudiera jugar seguro que estaría para siguientes compromiso.

Luego está un capítulo de refuerzos que no deja de dar buenas noticias al entrenador, Miguel Ángel Moriana. Si fue descorazonador perder en cuestión de pocas semanas para toda la temporada a Adrián Santamaría y Mathieu Barrere y para un tiempo largo a Ángel Povedano, el club ha reaccionado bien y ha potenciado el equipo. A Nacho Serrano y Abraham Marín se les han unido esta semana dos jugadores cedidos por el Ángel Ximenez de Asobal, el canterano José Baena y el joven Juande Linares.

«Teníamos un déficit de jugadores en la primera línea, sobre todo después de la lesión de Adri y con estos dos fichajes tenemos opción de meter más rotaciones y poder llegar más frescos a los finales de partido», explica el entrenador pozoalbense. «José Baena es un central que nos va a dar mucha continuidad y que tiene mucha experiencia ya pese a su juventud, mientras que Juande es un lanzador zurdo que nos va a aportar mucha fuerza en defensa y lanzamiento exterior».

Un enemigo poderoso

Son dos refuerzos que hacen afrontar de otra manera la visita del que vuelve a ser gran dominador de la categoría este año, el Barcelona B. Un equipo que en la Copa del Rey ha sido capaz de derrotar a varios equipos de Asobal y que comanda la clasificación conn 34 puntos y un balance de 15 victorias en 21 partidos. Pero sus dos derrotas y el empate reciente en la cancha de Bordils, equipo al que el Pozoblanco ganó posteriormente, aumentan las esperanzas.

«El Barcelona es el líder y con eso está dicho todo», comenta Moriana. «Es un equipo con jugadores de enorme calidad, tanto que muchos seran referentes en el balonmano dentro de unos años». Pero el técnico esgrime que «tenemos que volver a recuperar la dinámica ganadora y aunque sea un rival difícil jugamos en casa y eso nos va a ayudar mucho».

Moriana apela al buen nivel del equipo hasta el partido del otro día, muy fuerte en casa y capaz de ganar al Octavio en su pista. Para buscar otra hazaña similar, la apuesta es obvia. «Tenemos que mantener una buena intensidad defensiva que nos permita llegar al final con opciones de llevarnos el partido».