La perspectiva es, en una de sus acepciones, el punto de vista desde el que se analizan las cosas. Un punto de vista del que es difícil alejar el interés, ya sea colectivo o individual. Esta semana, la consejera de Sanidad de la Junta de Andalucía parece haber tirado de perspectiva cuando le dijo a la presidenta de las mujeres con cáncer de mama en Andalucía que eran alarmistas y veían el vaso medio vacío. Claro, 2.000 afectadas ante la población femenina andaluza es para ver el vaso medio lleno. Vergüenza.
Si nos acercamos a casa, el alcalde de Pozoblanco es una de esas personas que siempre ve el vaso lleno. ¿La feria? Un éxito, sin espacio para la autocrítica y la mejora. Claro que si te niegas a reproducir la información oficial y preguntas, los números de los feriantes rebajan el entusiasmo. Pero da igual, se impone el relato oficial.
Ocurre lo mismo con los fondos europeos que va a recibir la comarca. Se pidieron 8,5 y van a llegar 5,9, es decir, menos de lo solicitado. Que la inyección es importante es incuestionable pero que no dará para todo lo proyectado también. Y aquí Pozoblanco destacó por ese deseo de ver el vaso medio lleno. Atisbamos el mercado de abastos casi remodelado -perdonen que dude- pero silencio ante el varapalo de no recibir ni un solo euro de los diez millones solicitados junto a Villanueva de Córdoba. Es otra perspectiva y volvemos a comprar el relato oficial. Y tan a gusto. Es como reflejar notas que se vanaglorian de la bajada del paro, cuando no se tienen competencias, y se respeta el silencio en el mes que el paro sube. Responsables de lo positivo y meros espectadores ante lo negativo. El vaso…
Donde sí veo el vaso lleno es en la concentraciones por el genocidio en Gaza, aunque haya gente a la que no le guste. Hubo huelga de estudiantes y ante las concentraciones del alumnado hubo reacciones criticando el movimiento. Para mí, y es una opinión sin más, es para ver el vaso lleno cuando jóvenes se concentran por algo que ven injusto, en este caso, un genocidio en directo. Los eché en falta en las concentraciones por el agua, por su tierra, pero si les quema el alma el dolor del pueblo palestino y se atreven a alzar la voz contra la masacre es para esbozar una sonrisa. Para mí, es el vaso medio lleno de la semana.
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