La jaula del sol, novela del pozoalbense Fran Cobos, vio la luz en 2019 pero ahora vive como una segunda vida tras ser publicada por Roca, sello de Penguin Random House. Un cambio del que hablamos en esta charla con el autor, que nos da algunos detalles también sobre su futuro en el mundo de la literatura.
Pregunta: ¿Cómo han sido estos seis años de ‘La jaula al sol’? ¿Cómo ha evolucionado la vida de la novela?
Respuesta: En realidad terminé el libro en 2018, así que ya van unos siete años. Estuve con una editorial de Ciudad Real en 2019 y se publicó una tirada pequeña que se agotó en pocos meses. Después recuperé los derechos, autopubliqué y también lo distribuí a través de una plataforma online. Con el paso del tiempo, varias personas relacionadas con el mundo literario lo leyeron y me aconsejaron enviarlo a editoriales de más alcance, especialmente al mercado europeo y francés por la temática del cambio climático y la geoingeniería, cuestiones que conectan bastante con el lector europeo. Encontré una web con las principales editoriales del mundo y la envié a decenas de ellas. Hace algo más de un año llegaron algunas respuestas, aunque ninguna me convencía… hasta que a finales del año pasado Penguin me sorprendió con un correo en el que me proponían hablar.
P: Recibe el correo y empiezan las conversaciones, me supongo. ¿Cómo fue ese primer encuentro?
R: Estuvimos hablando de la novela, de cómo surgió la historia, de su proceso. Fue muy fácil decidir avanzar con ellos porque era lo que llevaba esperando hacía tiempo.
P: ¿Qué supone en la práctica trabajar con una editorial de esa envergadura?
R: Llevo muy poco con la promoción, pero ya noto el cambio. Se han encargado de todo: la distribución en grandes cadenas como El Corte Inglés, Carrefour y muchísimas librerías. Me escribe gente diciéndome “oye, encontré tu libro aquí”.
Incluso hoy he visto que ya aparece anunciada en páginas de librerías de fuera de España. Es una cuestión de escala también; trabajan a otro nivel.
P: ¿Y a nivel emocional?
R: Es una gran satisfacción. Es la sensación de cumplir un objetivo, casi un sueño. Después llega la parte práctica: correcciones, portada, promoción, entrevistas… y te das cuenta de que es un mundo que no controlas. Soy ingeniero, no me dedico a lo literario, y siempre da un poco de vértigo todo lo nuevo. Además, me considero bastante tímido, no me gustan los focos, pero con 44 años también vas haciendo callo. Creo que en parte se lo debo a la novela, así que ya me iré acostumbrando.
P: ¿Llegar a publicar con una editorial como Penguin era un objetivo que se había marcado?
R: No, es algo que fue surgiendo por el feedback que ha ido teniendo la novela. Cuando la empecé a escribir en 2009 ni si siquiera sabía si la terminaría. Comencé investigando temas que me apasionaban como rewilding, cambio climático,geoingeniería… De ahí surgió una idea que se convirtió en una historia. Tardé nueve años en escribirla.
Inicialmente ni pensaba publicarla, pero mi mujer y una gran amiga la leyeron y me animaron a intentarlo. Después llegaron buenas críticas por parte de los lectores, la pandemia —que hizo que se comprendieran mejor algunas situaciones que describe el libro— y otras personas del mundo cultural que me animaron a mover la novela, pero jamás imaginé que acabaría publicando con Penguin.
P: Estamos hablando mucho de los cambios a nivel editorial porque ya hablamos de la novela en su día. Pero, para aquellos lectores que se acerquen a La jaula del sol por primera vez, ¿cómo describiría la novela?
R: Es una historia sobre volver a empezar, sobre valorar la vida en los pueblos y la solidaridad del mundo rural. Habla de cómo cambiar el ritmo de vida permite mirarse por dentro, de cómo la gente se fortalece cuando siente que pertenece a un lugar.
Es una narración sobre supervivencia y sobre volver al campo, enfrentando situaciones duras relacionadas con desastres naturales, pandemias o problemas de suministro.
P: ¿Qué feedback ha recibido después de que ‘La jaula del sol’ lleve varios años en el mercado?
R: Al principio fueron, sobre todo, de lectores que conocía y fue muy positivo. Algunos, incluso, dijeron que la novela les pareció dura. Después de la pandemia, esa percepción cambió. Lo que antes parecía exagerado, luego resultó familiar: el miedo a la falta de suministros, las situaciones aparentemente surrealistas hasta que las vives… Incluso con el apagón de hace unos meses, varios lectores me escribieron diciendo que se sentían dentro de situaciones que yo describía en la novela. Creo que La jaula del sol se ha ido adaptando a los tiempos y, por eso, ahora se entiende mejor.
P: En la entrevista que le hice hace cinco años dijiste que estabas escribiendo una segunda novela. ¿Cómo va?
R: Sigo documentándome y escribiendo en paralelo, aunque me está costando encontrar especialistas en algunos temas. No sé cuánto tardaré. En principio está relacionada con La jaula del sol, aunque la historia puede evolucionar, pero ambas son historias independientes y autoconclusivas.
P: ¿Esperas tener una relación duradera con Penguin?
R: Me encantaría, pero depende de muchos factores, entre ellos, que yo siga escribiendo cosas que a ellos les interesen.



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