Por Servicio de Atención a la Ciudadanía del ASNC 

La piel es el órgano más grande del cuerpo cuya misión principal es la de protegernos de la temperatura, del sol y de las infecciones. La piel recoge las sensaciones de temperatura, el tacto y el dolor. Cuando recibimos los rayos solares, los melanocitos producen más pigmento, con lo cual la piel se broncea y se oscurece.

¿Qué es?

Cuando las células tumorales, con capacidad de invadir los tejidos sanos de alrededor y de alcanzar  órganos alejados e implantarse se originan  a partir de los melanocitos, hablamos de melanoma. A pesar de que la mayoría de los melanomas se originan en la piel, pueden aparecer también en otras superficies del cuerpo, como la mucosa de la boca, del recto o de la vagina, o la capa coroides  del interior de nuestros ojos.

Síntomas

Los melanomas por lo general no son dolorosos. La primera  señal del melanoma con frecuencia es un cambio en el tamaño, forma, color o sensación de un lunar existente.

Los melanomas pueden también aparecer como un lunar nuevo, negro o anormal. Los síntomas son el resultado del crecimiento incontrolable de células cancerosas. Es importante recordar que la mayoría de personas tienen lunares, y casi todos los lunares son benignos.

En los hombres suele aparecer en el tronco o la región de la cabeza o el cuello, mientras que en las mujeres suele aparecer en brazos o piernas.

Es necesario consultar al dermatólogo cuando se observen cambios en un lugar. La regla del ABCD nos puede ayudar a distinguir un lunar normal de un melanoma:

  • A: Asimetría: que la mitad de un lunar no es igual que la otra mitad
  • B: Bordes irregulares: bordes desiguales, irregulares, borrosos o dentados
  • C: Color: los colores más peligrosos son los rojizos, blanquecinos y azulados sobre lesiones de color negro
  • D: Diámetro: cuando el lunar mide más de 6 milímetros o aumente de tamaño (mayor de 6mm)

 

INCIDENCIA

Actualmente se diagnostican unos 160.000 casos al año en todo el mundo (79.000  hombres y 81.000 mujeres). En España se diagnostican unos 3600 casos anuales. La incidencia en nuestro país se puede considerar alta, con un ascenso muy importante, especialmente desde los años 90.Se registran casos prácticamente a cualquier edad, aunque la mayoría se diagnostican entre los 40 y los 70 años.

PREVENCIÓN 

Las personas que se exponen de forma excesiva a las radicaciones ultravioletas tienen un mayor riesgo de contraer cáncer de piel.

Demasiada exposición a la radiación ultravioleta

El principal responsable del melanoma es la radiación ultravioleta, fundamentalmente por exposición inadecuada al sol o a otras fuentes artificiales, como las lámparas bronceadoras de ultravioletas. Las radiaciones ultravioletas actúan sobre la piel predisponiendo la aparición de tumores cutáneos.

Las personas que se exponen de forma excesiva a la luz de las lámparas de cabinas bronceadoras tienen también mayor riesgo de contraer cáncer de piel.

Edad

En relación con la edad, es más frecuente en adultos entre los 30 y los 60 años, con una media de 50 años. En niños es raro y si aparece su comportamiento suele ser relativamente benigno, sin dar metástasis.

Género

No hay predilección por sexo, su incidencia es similar en hombres y mujeres  sin embargo, la localización suele ser diferente: en las mujeres jóvenes predomina  en miembros inferiores y en los varones de mayor edad en tronco, cara, cuello y hombros. La distribución de las localizaciones puede tener relación con las áreas de piel expuestas al sol, según las modas en el vestir.

Características personales que predisponen a presentar esta enfermedad

El color de la piel es importante para determinar el riesgo de melanoma. Por ejemplo el riesgo de aparición de melanoma es 20 veces mayor en personas de raza blanca que en las de raza negra. Dentro de la raza blanca el riesgo varía en función  del fototipo

El fototipo de cada persona depende de la capacidad para broncearse, del color de la piel, cabellos y de los ojos. Las personas con mayor propensión a las quemaduras solares, que casi nunca se broncean con el sol tienen un fototipo bajo y más riesgo de melanoma.

Los cuatro tipos más comunes en nuestras latitudes son:

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El melanoma puede prevenirse mediante la exposición limitada a la luz ultravioleta.

Siga estas sencillas recomendaciones cuando se exponga al sol (tanto por ocio como por trabajo):

  • Evite la exposición al sol durante las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 horas), cuando la luz ultravioleta es más intensa. 
  • Utilice barreras físicas para que el sol no llegue a la piel: sombrillas, sombreros de ala ancha 8 para proteger también el cuello y las orejas), camisetas, etc. Por lo general las telas apretadas y los colores oscuros ofrecen mayor protección.
  • Aplique sobre la piel fotoprotectores solares con filtros de protección UVA y UVB adecuados a  su fototipo (tipo de piel). Se puede consultar el índice ultravioleta (UVI) que nos indica los niveles de radiación ultravioleta atmosféricos que se espera lleguen a la tierra al mediodía y afecten a la piel. Su conocimiento nos permite prevenir la sobreexposición solar, utilizando el factor de protección adecuado al UVI y al fototipo de la persona. Sus valores van del 0 al 16 ( 0 indica el riesgo mínimo de sobreexposición y 10 o más el máximo).
  • En todas las edades, use gafas de sol que absorban el 100 por cien de las radicaciones ultravioleta.
  • Tenga en cuenta el lugar en que se encuentre: playa, montaña…, para adecuar aún más las medidas de protección.
  • Beba abundante agua para evitar la deshidratación.
  • Protéjase, también, en los días nublados, los rayos ultravioletas atraviesan las nubes.
  • Evite otras fuentes de luz ultravioleta (lámparas bronceadoras) porque aumentan el riesgo de aparición de melanoma.
  • Examínese periódicamente los lunares. Aunque la mayoría de los lunares nunca llegan a convertirse en melanoma, algunos sí lo hacen. Es importante el autoexamen, debemos conocer el patrón de nuestros lunares para poder detectar cualquier cambio. Deberá examinarse toda la superficie incluyendo palmas, piel debajo de las uñas, plantas, espalda, en caso de observar cualquier cambio en nuestra piel habremos de consultar al dermatólogo.

 

Diagnóstico

Ante una lesión sospechosa de cáncer de piel, el médico le realizará una serie de pruebas:

  • Examen en la piel
  • Biopsia
  • Pruebas diagnósticas adicionales