Las asociaciones ALCER Córdoba (Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón), AUTACOR (Asociación Provincial de Autónomos del Taxi de Córdoba), la Asociación del Taxi Rural de los Pueblos de Córdoba y APAT han manifestado «una enérgica oposición y profunda preocupación» ante la decisión de la Junta de no prorrogar el convenio «histórico» con los taxistas para el traslado de pacientes de hemodiálisis desde el Hospital Reina Sofía a los centros dializadores.

Este servicio se ha prestado durante tres décadas por lo que las asociaciones consideran que «ha sido un pilar fundamental para garantizar el bienestar y la adherencia al tratamiento de cientos de pacientes, liberándoles del estrés constante de tener que buscar alternativas para acceder a un tratamiento vital». Para estas asociaciones la decisión resulta «incomprensible» ya que dar el servicio a través de ambulancias no medicalizadas supondrá «un mayor coste para el erario público y un perjuicio más molesto para le paciente».

En una nota de prensa, las asociaciones aseguran que «se ha optado por desmantelar el convenio existente en base a un argumento de equidad territorial alegando que al no prestarse este servicio en taxi a otras ciudades, no se puede mantener en Córdoba. Los taxistas se oponen a la decisión porque, a su juicio, «prioriza la homogenización administrativa sobre las necesidades reales de los pacientes y la eficiencia probada del servicio». Así, defienden que «desmantelar un sistema que funciona perfectamente, sin una alternativa mejor y por motivos que desconocemos, es un grave error que pagarán los pacientes, haciéndoles más vulnerables a las consecuencias de su patología». 

Por último, defienden el servicio atendiendo a criterios como la rapidez y la puntualidad, la flexibilidad, el coste-eficiencia para el sistema sanitario y la comodidad y salud del paciente.