La Policía Local de Villanueva de Córdoba verá incrementados sus efectivos a merced de la convocatoria que está en marcha para la incorporación de dos nuevos agentes, una incorporación que se llevará a cabo cuando finalice la convocatoria mediante oposición libre de dos plazas que en la actualidad está en marcha. Sin embargo, el proceso puede verse retrasado tras las alegaciones presentadas por algunos aspirantes y que hacen referencia a la segunda prueba, es decir, a la psicotécnica donde especifican en el recurso presentado lo que entienden como «irregularidades» por no ajustarse a lo que se especifica en las bases, además de poner en cuestión los métodos utilizados para comprobar que los aspirantes presentan un perfil adecuado a la función policial, que es el fin que se persigue en esta prueba. 

Las alegaciones presentadas relatan varias cuestiones referentes a los test psicotécnicos como el hecho de que se utilizaran fotocopias «desordenadas» en lugar de cuadernillos originales que es como entienden los aspirantes que debería ser para su correcta homologación en un proceso público, así como que durante el mismo no se fueran recogiendo los test que se iban realizando por lo que los aspirantes en cualquier momento podían cambiar sus respuestas, a pesar de que el tiempo para realizar ese test ya hubiera expirado. Después de relatar otra serie de cuestiones que a su juicio invalidarían el proceso, los aspirantes detallan lo ocurrido durante la entrevista personal con el psicólogo. Una entrevista, que según las bases de la convocatoria y como es común en este tipo de procesos, está enfocada a refrendar los resultados obtenidos en la prueba psicotécnica. 

Así, se especifica en las bases cuando se recoge que «los resultados de las pruebas deberán ser objeto de constatación o refutación mediante la realización de una entrevista personal en la que, además de lo anterior, se valorará también el estado psicológico actual de los candidatos. De este modo, aparte de las características de personalidad señaladas anteriormente, se explorarán también los siguientes aspectos: existencia de niveles disfuncionales de estrés o de trastornos del estado de ánimo; problemas de salud; consumo excesivo o de riesgo de alcohol u otros tóxicos y grado de medicación; expectativas respecto de la función policial, u otros«. 

En este punto, los opositores que han alegado especifican que el tiempo entre la realización de los test y la entrevistas personal fue de 20 minutos por lo que catalogan de «imposible» que la entrevista personal pudiera estar enfocada a constatar los test de personalidad ya que no hubo tiempo para su corrección. Llegados a este punto, las alegaciones se adentran en una entrevista donde se les invita a contar un chiste ante lo que varios de los candidatos se niegan. Además, la única mujer que optaba a una de esas dos plazas alega una «discriminación» hacia ella ya que durante esa entrevista se le pide que baile, algo que no sucedió con el resto de candidatos. Una vez que se negó a realizar ningún tipo de baile sí que se le pidió, como al resto de sus compañeros, que contara un chiste. 

Los opositores rechazan las argumentaciones de que son preguntas para «ponernos a prueba» ya que son situaciones que no se van a encontrar en el futuro ejercicio de la función policial. Además, detallan en sus recursos que ni durante la prueba psicotécnica ni en la entrevista personal había miembros del Tribunal que pudieran avalar la correcta realización de las mismas o solventar las dudas que pudieran surgir frente al proceso. 

Versiones contrarias

Según ha podido saber este periódico, las alegaciones presentadas por los aspirantes han sido puestas en conocimiento del Tribunal, siguiendo el proceso correspondiente, y ahora se está a la espera de la contestación a las mismas. No obstante, y según también ha podido conocer Hoyaldia, el profesional encargado de la parte psicotécnica niega una actitud discriminatoria hacia ninguno de los opositores y afirma que a la única mujer candidata se le pidió que contara un chiste y ante la negativa se le pidió que bailara. A la espera de conocer la contestación a dichas alegaciones, los opositores podrían avanzar en sus reclamaciones y acudir a la vía judicial.