La consejera de Desarrollo Formativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo, anunció este lunes que, finalmente, su departamento prohibirá «cualquier tipo de uso del móvil y de otros dispositivos personales análogos hasta segundo de la Educación Superior Obligatoria (ESO)«, éste inclusive. A partir de tercero de la ESO, el móvil se podrá usar con fines «exclusivamente didácticos y con criterios pedagógicos debidamente justificados en el proyecto educativo de los centros».

La regulación se extiende a toda la jornada escolar, «incluyendo recreos, actividades complementarias, extraescolares y transporte, y a todos los espacios de los centros educativos, incluyendo comedores, pasillos y zonas comunes». Así lo confirmó Del Pozo tras conocerse este mismo lunes las recomendaciones hechas por el Consejo Escolar de Andalucía en un dictamen.

En virtud a este dictamen, la Consejería de Desarrollo Formativo y Formación profesional aplicará en las aulas andaluzas las sugerencias del Consejo Escolar mediante la modificación de los decretos que regulan el funcionamiento de los centros y no a través de instrucciones como la publicada el pasado 4 de diciembre de 2023.

La consejera de Desarrollo Educativo y FP, Patricia del Pozo, señaló en una nota de prensa que aplicará en las aulas andaluzas las recomendaciones del dictamen que el Consejo Escolar de Andalucíaha hecho público sobre el uso de teléfonos móviles en los centros educativos, y que supondrán «un aumento de las restricciones» ya implementadas por la Consejería a través de instrucciones el pasado 4 de diciembre.
 
El Consejo Escolar de Andalucía ha propuesto restringir «cualquier tipo de uso del móvil y otros dispositivos personales análogos hasta segundo de la ESO inclusive» en todas las enseñanzas de competencia de la Consejería. A partir de tercero de la ESO, recomienda «limitar su uso en la jornada escolar a determinados momentos puntuales con fines exclusivamente didácticos y con criterios pedagógicos debidamente justificados en el proyecto educativo de los centros, teniendo en cuenta, en todo caso, la edad del alumnado, su maduración y sus características psicoevolutivas».

Del Pozo considera que el Consejo Escolar «no sólo respalda el acierto y oportunidad de las medidas adoptadas por la Consejería en un tema de alta sensibilidad social, que genera una honda preocupación en las familias y los docentes por su impacto en la convivencia en los centros y en el rendimiento académico, sino que recomienda endurecer aún más las medidas que ya hemos adoptado en dos aspectos: que la limitación del uso del móvil se recoja en una norma de rango superior a la instrucción, como así haremos, y que la excepción de los usos pedagógicos sólo sea aplicada a partir de tercero de la ESO. Es decir, restringiremos cualquier tipo de uso del móvil y otros dispositivos análogos hasta segundo inclusive».