La goleada del Club Deportivo Pozoblanco ante el Atlético Algabeño se celebró como casi un ascenso, aunque el conjunto blanquillo está pendiente ahora de lo que haga el Ceuta. Fue el triunfo «del orgullo», según apuntó uno de los capitanes del equipo, el cancerbero Ángel Arévalo. «Lo hemos pasado realmente mal por todo lo sucedido, somos el equipo de la espera», expuso el jugador en relación a lo acontecido con los tres puntos del derbi ante el Peñarroya. 

Sin embargo, para Arévalo toda esa espera «ha merecido la pena» y ahora lo que se espera en el vestuario es que el ascenso pueda producirse y lo haga cuanto antes. «Después del partido la celebración ha sido una fiesta a la constancia, por todo lo que ha pasado en estas dos semanas, es un premio a una afición a la que hemos ido enganchando poco a poco», expuso. 

Respecto al partido, el portero indicó que «hemos salido con mucha intensidad, con mucha rabia contenida. Hemos demostrado ser un equipo señor y hoy es uno de los días más felices de mi vida deportiva», añadió. En la mente de todos estaba la resolución de Apelación algo que el portero comentó indicando que «el Pozoblanco ha sido el equipo más perjudicado, pero le hemos puesto alma, corazón y mucho fútbol». 

El cancerbero no escatimó en alabanzas a su equipo dejando claro que «ningún equipo ha sido mejor que nosotros, ha podido haber igualdad, pero ningún equipo ha sido mejor, hemos hecho el mejor fútbol de la temporada». Arévalo tuvo uno de los detalles de la jornada al portar una camiseta en recuerdo de Miguel Ruiz.