La llama olímpica ya brilla en Añora, una llama que prendió de la mejor manera posible: recordando el germen de las Olimpiadas Rurales de Los Pedroches. Un repaso a cada una de las pruebas que tendrán que afrontar casi el medio centenar de equipos y un elemento vital de la actividad, los lazos intergeneracionales que conlleva, fueron los que impulsaron el encendido de una llama que, como en toda Olimpiada que se precie, marca el inicio de la competición. Antes se vivieron momentos que la gran familia de las Olimpiadas ya echaba en falta, el desfile, el paso de los equipos por el escenario, las sorpresas de la propia gala inaugural y también la amenización de ‘El Trompetón’. Sonidos que marcaron uno de los reencuentros más esperados en Los Pedroches, un reencuentro que va más allá de la mera competición, un reencuentro que también protagonizaron quienes ya no están pero cuyo recuerdo quedará siempre ligado al de las Olimpiadas. Fue el momento más emotivo de la noche. 

Entre las sorpresas que tenía deparada la organización estaba la de la conductora de la gala, Paloma Lirola, que compartió protagonismo con la banda ‘Animal Rock’, que amenizó la entrada de los equipos con diferentes versiones entre las que no faltó ‘No puedo vivir sin ti’, de Coque Malla. Un título más que apropiado y en alusión a los dos años de ausencia de la actividad por la situación sanitaria y las ganas de volver a saltar, correr, intercambiar cromos, subirse a los zancos, ser el más rápido en los sacos o sacar la fuerza en el garrote. En definitiva, las ganas de disfrutar de lo que un día se quedó en el camino momentáneamente, de dejar atrás los paréntesis obligados. «Estos años de pandemia nos han faltado muchas cosas y una de ellas ha sido esta fuente de tradición, convivencia, valores y divertimento que son nuestras Olimpiadas Rurales, pero hemos vuelto con más fuerza que nunca para encender esta llama olímpica tan singular y tan nuestras», indicaba el alcalde de Añora, Bartolomé Madrid. Entre esas sorpresas también se «colaron» los saludos de Manolo Lama, Manolo Sanchís, Sonsoles Ónega y Oliver Torres.

Con el encendido, el escenario varió y empezaron las primeras pruebas en una noche donde el calendario marca tres puntos claros: a piola en el campo de fútbol, el garrote en la plaza de toros y la cucaña en el recinto ferial. Llegó entonces la hora de reencontrarse con históricos de las Olimpiadas, de ver nuevos equipos que pisan fuerte o ver el resultado de días de entreno. Los primeros adoquines ya se pusieron en juego, las primeras marcas ya quedaron anotadas porque en las Olimpiadas post covid hay cosas que no cambian. La fórmula se trabajó hace tiempo y cada verano consiste en dejarla fluir, lo demás llega con el componente humano que conforma cada edición. En esta, por encima de todo, quedan los reencuentros que se extenderán hasta el próximo domingo. El espíritu olímpico ya se respira en el estadio noriego.