• El Ayuntamiento ha aprobado la exhumación de la fosa común en el cementerio de la localidad _ La búsqueda ha sido promovida por la familia de uno de los guerrilleros, Ángel Paredes Mansilla 

 

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que inició en el año 2000 las exhumaciones científicas de fosas de represaliados por el franquismo, tiene previsto exhumar una fosa en Belalcázar, donde espera encontrar las cuerpos de cinco guerrilleros antifranquistas «asesinados por la Guardia Civil» en 1950, habiendo hecho un llamamiento para localizar a los familiares de cuatro de ellos.

Según ha informado la asociación memorialista en una nota, el Pleno del Ayuntamiento de Belalcázar «ha aprobado por unanimidad la exhumación de la fosa y ha aportado el permiso sanitario», mientras que «la búsqueda ha sido promovida por la familia de uno de los guerrilleros, Ángel Paredes Mansilla, «que tenía 23 años cuando fue asesinado». En la fosa se encuentran los restos de «otras cuatro personas, pero desde el Ayuntamiento no se ha conseguido contactar con las familias, por lo que la ARMH hace un llamamiento público para poder localizarlas«, en concreto a los familiares de Miguel Lira Cano, que fue fusilado por la Guardia Civil cuando tenía 48 años, el 13 de enero de 1950, junto a Pedro Benítez Medina, de 27 años; Carlos Serena Santos, de 54 años; José Ciprián Muñoz Ruiz, y el ya mencionado Ángel Paredes Mansilla.

 

Se tiene constancia de que Miguel Lira, conocido como ‘El Lira’, que estaba casado, era jornalero y vivía en Belalcázar, fue detenido el mismo día que Ángel Paredes, el 10 de enero de 1950, siendo «sometido a torturas y brutales palizas», y en la documentación del «juicio sumarísimo» al que fueron sometidos «se puede observar cómo van cambiando sus declaraciones a medida que les van torturando». Por su parte, Pedro Benítez «fue asesinado también el día 13 de enero de 1950, en el mismo lugar que Ángel y Miguel, y arrojados sus restos supuestamente a la misma fosa común. A Pedro le detuvieron, igualmente, el 10 de enero de 1950, y también fue torturado, junto a Ángel y a Miguel».

Carlos Serena, conocido como ‘Carlete’ «fue asesinado por la dictadura franquista el mismo día que las tres víctimas anteriores, el 13 de enero de 1950″, pero, «a diferencia de los tres anteriores, Carlos fue detenido en el cortijo ‘La Pepona’. También fue detenido en un cortijo, en este caso ‘El Peñascal’, el guerrillero José Ciprián Muñoz, conocido como ‘Cagarruta’, que, «al igual que sus cuatro compañeros, fue fusilado el 13 de enero de 1950, después de su detención, que fue posible, como la de otros guerrilleros, tras ser delatado por su ex compañero de la guerrilla, Cándido Rubio ‘El Culote’.

El desenlace tuvo lugar el mencionado 13 de enero de 1950, cuando ‘El Culote’ y la Guardia Civil, «llevando a los cuatro arrestados» ya indicados, «detienen en el cortijo El Peñascal a ‘Cagarruta’ en el término de Belalcázar, y a la vuelta hacia el pueblo y en un paraje conocido como ‘Los Peñascales’, los fusilan a los cinco: Miguel Lira Cano, Pedro Benítez Medina, José Ciprián Muñoz Ruiz, Carlos Serena Santos y Ángel Paredes Mansilla».

Los cuerpos de todos ellos, «según la información y la documentación recopilada en la causa general y actas de defunción, fueron arrojados a la misma fosa común del cementerio de Belalcázar».