Cáritas Pozoblanco no ha dejado de atender a las familias más vulnerables durante los meses duros de la pandemia del Covid-19 adaptando su actividad para cumplir con todas las medidas de seguridad exigidas. La situación actual de Cáritas varía de la que se describía en el mes de marzo, antes del cierre de muchas empresas y negocios, ya que la crisis provocada por el coronavirus ha venido a significar un repunte en los usuarios de Cáritas Pozoblanco. El aumento en estos meses se sitúa en un 25 por ciento, según las cifras aportadas por el presidente de Cáritas, Isaías Plazuelo, que señala que en la actualidad se atienden a 375 usuarios. 

Los datos dejan, además de ese aumento de usuarios, una radiografía que habla de que el 82 por ciento de los usuarios son de nacionalidad española, mientras que el 18 por ciento restante son inmigrantes. Además, la crisis del coronavirus ha provocado que personas que habían dejado de recurrir al apoyo de Cáritas Pozoblanco hayan tenido que volver. Por otro lado, Cáritas recibe estos días a usuarios nuevos que se ven en una situación desconocida principalmente «matrimonios jóvenes con niños que estaban trabajando pero se han encontrado con el cese de sus actividades», apunta Plazuelo. 

Las familias y personas que reciben el apoyo de Cáritas obtienen recursos en el plano de la alimentación y los productos de higiene, aunque también se atienden otras necesidades. En este sentido, la asociación ha retomado en el mes de junio su actividad de ropero que se ha puesto en marcha con cita previa para evitar aglomeraciones. Una ayuda que se presta a través de la ropa que se recoge en los contenedores que hay distribuidos por la localidad y que en el año 2019 permitieron dar servicio a los usuarios y llevar a reciclar 280.000 kilos de ropa. 

La actividad, por tanto, de los voluntarios no ha cesado en todo este tiempo como tampoco lo han hecho las aportaciones de instituciones, empresas y particulares. «Sin nuestros voluntarios no podríamos ayudar a estas familias, voluntarios que han estado al pie del cañón estos meses», indica el presidente de Cáritas que también resalta que «Pozoblanco ha vuelto a demostrar que sigue siendo generoso y son múltiples las donaciones que hemos recibido desde el inicio de la crisis, es algo que emociona». 

A pesar de ello, la despensa se resiente y por eso la caravana benéfica para recoger alimentos no perecederos y productos de higiene que el sábado pondrá en marcha la Agrupación de Cofradías y Hermandades es «muy importante» porque «nos dará un respiro». «Intentamos dar la mayor ayuda posible, una ayuda digna, y eso provoca que la despensa baje cada vez que hay. reparto, por eso iniciativas como esta nos dan un empujón», finalizó.