La memoria del misionero pozoalbense César Fernández, asesinado el 15 febrero de 2019 en Burkina Faso, sigue presente a través de la extensión de su obra y de los reconocimientos que sigue recibiendo. El pasado 5 de marzo, el Boletín Oficial del Estado (BOE) recogía la concesión, a título póstumo, de la Gran Cruz de la Real Orden de Reconocimiento Civil a las Víctimas del Terrorismo al sacerdote salesiano. Una distinción que ha sido recogida en la tarde de hoy miércoles por sus cuatro hermanos en el acto que ha estado presidido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y donde se han concedido ese mismo reconocimiento a David Beriain, Roberto Fraile, Alberto Chaves y Juan A. González, todos ellos víctimas de atentados terroristas en el extranjero. 

Después de hacer una pequeña semblanza de cada una de las personas reconocidas, el presidente del Gobierno procedió a entregar las diferentes cruces a los familiares que se han desplazado hasta Madrid para acudir un acto que se ha desarrollado en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Juan Carlos Fernández ha sido el encargado de recoger la Gran Cruz de su hermano César lanzando un beso al cielo después de recibirla de manos de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno destacó, durante su discurso, que «César era un hombre humilde que hizo de la entrega a los demás su vida» y que «ha dejado una profunda huella en aquellos que lo conocieron».

Los hermanos de César Fernández -Pilar, Juani, Patrocinio y Juan Carlos-, han podido compartir momentos con las autoridades e incluso entregar unos recordatorios de César al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Hay que recordar que César Fernández fue víctima del terrorismo yihadista en un continente, el africano, al que dedicó la mayor parte de su vida y de sus esfuerzos como misionero salesiano.